En mayo celebramos el Día de las Madres, un momento especial para reconocer, honrar y agradecer a esas mujeres virtuosas que llenan nuestras vidas de amor, cuidado y sabiduría. Pero más allá de una fecha en el calendario, la maternidad es un regalo y un llamado de Dios que merece ser celebrado cada día.
La Palabra nos lo recuerda en Proverbios 31:10:
“Mujer virtuosa, ¿quién la hallará? Porque su estima sobrepasa largamente a la de las piedras preciosas.”
Las madres son verdaderos reflejos del amor incondicional de Dios. En su entrega diaria, en las noches sin dormir, en las palabras de aliento, en las oraciones silenciosas, vemos un corazón que palpita con la fuerza del Creador.
Jesús mismo nos dejó el ejemplo de honrar a nuestras madres. Cuando estaba en la cruz, en medio del sufrimiento, pensó en su madre María y la encomendó al cuidado de Juan (Juan 19:26-27). Esto nos enseña que honrar a mamá no es solo un gesto bonito, sino un mandato lleno de amor que viene del corazón de Dios.
✨ El Día de las Madres es cada día que elegimos:
Dar gracias por su vida.
Ayudarle en las tareas diarias.
Escucharla con atención y respeto.
Orar por ella y con ella.
Decirle: “Te amo” sin necesidad de un motivo especial.
La maternidad es uno de los regalos más sagrados y desafiantes. Por eso, cada día es una oportunidad para reconocer su valor y recordarle que es amada no solo por su familia, sino por el mismo Dios.
Que este mes y siempre, podamos cumplir lo que dice Éxodo 20:12:
“Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da.”
🌸 A todas las madres: gracias por ser el abrazo de Dios en la tierra. ¡Feliz día todos los días! 🌸
