El precio del llamado
Texto Base: Mateo 22:14 (NVI) “Porque muchos son llamados, pero pocos son escogidos.” Hermanos y hermanas, ¿alguna vez han sentido el peso de ser llamados por Dios? ¿Se han detenido a considerar el significado detrás de ese llamado divino? En el Evangelio de Mateo, encontramos una declaración poderosa de Jesús: “Porque muchos son llamados, pero pocos son escogidos” (Mateo 22:14). Hoy, exploremos juntos “El Precio del Llamado”. I. El Llamado Divino: Exploraremos la idea de que Dios nos llama a cada uno de nosotros de maneras únicas y específicas. Reflexionaremos sobre la gracia inmerecida de ser considerados para cumplir un propósito más grande. II. La Responsabilidad del Llamado: Discutiremos cómo el llamado divino conlleva una gran responsabilidad. Analizaremos ejemplos bíblicos de aquellos que respondieron al llamado con fe y obediencia. III. La Elección y la Preparación: Profundizaremos en la conexión entre el llamado y la elección divina. Destacaremos la importancia de la preparación y la disposición para ser escogidos. IV. Obstáculos en el Camino: Abordaremos los desafíos y obstáculos comunes que pueden surgir al responder al llamado de Dios. Compartiremos estrategias y principios bíblicos para superar estos obstáculos. V. La Recompensa del Obediente: Reflexionaremos sobre las recompensas y bendiciones de aquellos que responden fielmente al llamado divino. Inspiraremos a la congregación a perseverar en el camino del llamado, recordando que Dios es fiel en todas las cosas.Hermanos, el llamado de Dios es un regalo inigualable, pero también conlleva un precio. No somos simplemente llamados para tener una experiencia personal; somos llamados para marcar la diferencia en el mundo que nos rodea. Que, al considerar el precio del llamado, podamos encontrar la fortaleza y la gracia necesarias para responder con valentía y obediencia. “Porque muchos son llamados, pero pocos son escogidos” (Mateo 22:14). Que, al final de nuestros días, podamos escuchar las palabras de nuestro Señor diciendo: “Bien hecho, siervo bueno y fiel” (Mateo 25:21). ¡Que la gracia de Dios nos guíe en este viaje de llamado y elección! Amén.