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Cristo es mi provisión
Pasaje De La Biblia Genesis 2:10
Este contenido es parte de una serie Celebrando la gracia, in .

Cristo mi provisión

  • Jeferson Soares
Fecha predicado January 21, 2024

Texto Base: Génesis 2:10 (NVI) “En Edén nacía un río que regaba el jardín, y que luego se dividía en cuatro brazos.”

Querida congregación, en el Edén, el lugar de la comunión perfecta entre Dios y el hombre, encontramos un río que regaba el jardín. Este río no solo representaba agua física, sino que simbolizaba la provisión abundante de Dios. Acompáñenme mientras exploramos cómo, desde Génesis hasta el Nuevo Testamento, Cristo se revela como nuestra provisión constante.

I. El Río en Edén:

  • Reflexionaremos sobre la imagen del río en Edén como símbolo de la provisión divina desde el principio.
  • Analizaremos cómo la generosidad de Dios se manifiesta en la abundancia del río.

II. Jesús, el Río de Vida:

  • Exploraremos las palabras de Jesús en Juan 7:38, donde se refiere a sí mismo como el “río de agua viva”.
  • Reflexionaremos sobre cómo Jesús se presenta como la provisión espiritual que fluye constantemente para saciar nuestra sed.

III. La Multiplicación de la Provisión:

  • Abordaremos los milagros de Jesús, como la multiplicación de los panes y los peces.
  • Inspiraremos a la congregación a confiar en la capacidad de Cristo para multiplicar y satisfacer todas nuestras necesidades.

IV. La Provisión en el Desierto:

  • Desglosaremos cómo, incluso en tiempos de sequedad espiritual o dificultades, Cristo es nuestra provisión constante.
  • Analizaremos la historia del maná en el desierto como una ilustración de la fidelidad de Dios en proveer para Su pueblo.

V. Beber del Río de Cristo:

  • Conectaremos la provisión en Génesis con la llamada de Jesús a beber de Él en Juan 7:37.
  • Desafiaremos a la comunidad a buscar diariamente de la provisión espiritual que Cristo ofrece.

Hermanos y hermanas, que reconozcamos a Cristo como nuestra provisión constante, el río de agua viva que satisface nuestras necesidades más profundas. Que, al igual que el río en Edén, Su provisión fluya abundantemente en nuestras vidas. Que busquemos beber de Su presencia diariamente, confiando en que Él es nuestra fuente inagotable de vida y satisfacción. Amén.

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