1 Juan 4:19 nos enseña que amamos a Dios porque Él nos amó primero, mostrándonos su amor a través de Cristo. Esto nos llama a vivir con gratitud y amor hacia los demás.
Santiago 4:15 nos recuerda nuestra dependencia de Dios, reconociendo que todo lo que hacemos debe estar sujeto a su voluntad.
Ambos versículos enfatizan una relación con Dios basada en amor, obediencia y confianza en su guía