En estos tiempos que preceden ya la venida de Cristo y nuestra nececidad primeramente es buscar la presencia de Dios. Tu puedes entrar a la presencia de Dios, porque Dios no habita en templos, si no en ti mismo.
Necesitamos que Jesús nos salve pues ya nacemos condenados desde que Adan Pecó en el cual estamos destituidos de la gloria de Dios.
Cuando Adan Pecó, nos destituyo de la gloria de Dios.
Ahora Siendo justificados por su gracia redimidos por Cristo Jesús.
Debemos morir a nuestra vida, deleites, y voluntades para ser salvos y creer que Jesús es nuestro único y suficiente salvador.
La sangre de Jesús nos libra de todas las obras del maligno, por recibir por fe a nuestro salvador Jesucristo.