Siempre queremos un Cristo que salva pero no queremos que Cristo gobierne.
Aveces queremos saber de cuales son nuestras medidas, las medidas deben ser completas, porque después de ser medidos por completo nuestra vida va ser como un río, el río que fluye de Dios.
Nosotros necesitamos entender que este río baja del trono de Dios para que seamos llenos y luego llenar a otros de este río, debemos ser ríos que transmite vida a otros que estan secos.
El Cristiano debe tener todo medido, el comportamiento, lo que hablamos, porque lo que habla la boca es lo que habla el corazón.
Debemos pasar por el río de Dios para que nos purifiquemos, para oir la palabra de Dios, debemos ser medidos y transformados, no debemos estar en los deleites y practicar pecados, más debemos hacer la voluntad de Dios y vivir en obendiencia a la palabra que Dios nos da día a día para vivir tranquilos y sin afán, ya que el enemigo solo quiere acelerarnos para alejarnos de Dios, mientras lejos estemos de Dios estaremos derrotados y fracasados mientras que estando cerca de nuestro padre amado seremos victorisos y exitosos.
Cuando ponemos a Dios por encima de todo, todo se da para bien y para nuestro favor, y es donde debemos preguntarnos ¿Quién esta sentado en el trono de nuestro corazón?
Estamos listos para recibir a Cristo como salvador, pero ¿Estamos listos para recibirlo como nuestro gobernador de nuestra vida?
Debemos tener el pensamiento cautivo y encadenado a Cristo para obedoencia de Cristo, usted esta condenada todo lo que te quiere robar la relación con Dios.
Debemos tener nuestro pensamiento en Dios, debemos tener cuidado con nuestros pensamientos, nuestros pensamientos deben estar ligados con los pensamientos de Dios.