Aunque el enemigo quiera arrebatarnos el no puede porque somos elegidos de Dios.
No te pongas triste cuando el mundo se ponga duro, porque mayor es el que esta con nosotros que es Jesús.
Dios no nos va a quitar del mundo si no el nos va a guardar del mal.
Aunque no veas nada ningún mal nos va a tocar porque Dios esta con nosotros, el enemigo solo esta esperando que brecha le damos para entrar por eso debemos guardarnos y depositar confianza en Dios.
Debemos ser obendientes a nuestro llamado y servir con gozo a nuestro señor.
Todos tenemos propósitos y debes preguntarte ¿que has sembrado? para luego cosechar.
¿Quieres una mejor manera de santificarse? es la palabra de Dios, Dios no quiere sacrificios, Dios quiere obediencia.
Muchas veces nuestro lugar seguro es estar en las guerras, mientras David estaba en batalla, luchaba y ganaba, pero cuando David descanso vinieron los problemas y dificultades porque bajamos la guardia.
El señor nos llamo para ser uno con nosotros.
Mateo 23:9
1. Somos uno en Dios: si tenemos el mismo pensamiento nos direccionaremos en la misma visión y la misma palabra nuestra relación con Dios sera uno solo, tenemos que caminar de acuerdo con la palabra.
Galatas 3:28
2. Uno en cristo: En Jesucristo no hay raza ni religión, ni pecadores, ni santos, en Jesucristo y para el somos iguales.
Romanos 12:5
Así siendo muchos todos somos un cuerpo en Cristo y todos miembros los unos de los otros.
Nosotros no podemos burlanos de nuestro hermano caído, nosotros no estamos para juzgar a nuestro hermano porque somos un cuerpo, y si un miembro del cuerpo esta mal todos estan mal.
1 corintios 10:17
Somos uno en Cristo, cuando participamos de la cena del señor, porque participamos todos del pan y el pan es Cristo, su cuerpo por eso somos parte del el, somos una unidad.
Efesios 2:18
3. Somos uno con nuestra relación con el espíritu santo. Por el mismo espíritu tenemos entrada al padre.
Solo podemos entrar en Dios cuando nacemos del Espíritu.
Hechos 2:4
Y todos llenos del espíritu santo el espíritu es uno. nos tornanos uno en espíritu con Dios.