Sermon'e

en April 6, 2025 — por .
Este contenido es parte de una serie Culto de adoración, in temas Cristo me ha dado identidad, Discípulos de Jesús & libros 1 Timoteo, Efesios, Mateo.

Un buen ministro en jesucristo

Ser un ministro de Jesucristo no es un título, es una forma de vivir. Es una responsabilidad, un llamado, y sobre todo, una entrega diaria al servicio del Reino. En estos tiempos en que tantas voces se levantan, necesitamos ministros que no solo hablen bonito, sino que vivan lo que predican. Hoy quiero invitarte a mirar el corazón del verdadero ministro de Jesucristo. Aquel que no busca fama ni aplausos, sino que vive para agradar al Maestro. Vamos a dejar que la Palabra nos hable y nos examine. Pablo le escribe a Timoteo, un joven pastor, y le dice claramente: “Si esto enseñas a los hermanos, serás un buen ministro de Jesucristo”. ¿Pero qué es ese “esto”? Es la sana doctrina, la verdad del evangelio, el cuidado de las almas, la piedad. Pablo le advierte que en los últimos tiempos muchos se apartarán de la fe, escucharán doctrinas de demonios, seguirán a falsos maestros… y ahí es cuando más se necesita a los verdaderos ministros. Ser un buen ministro significa pararse firme en medio de la confusión, y enseñar lo correcto aunque sea impopular. No se trata solo de conocimiento bíblico, sino de vivir una vida piadosa que inspire a otros a seguir a Cristo. Pablo le dice: “Ejercítate para la piedad”, porque el carácter se entrena. No se improvisa. Un buen ministro no solo estudia la Palabra, sino que la vive en casa, en privado, en la lucha diaria. Jesús nos habló del Reino con la parábola de los talentos. Un hombre reparte talentos a sus siervos antes de irse de viaje. A uno le da cinco, a otro dos, a otro uno. El mensaje es claro: a todos se nos ha dado algo. Todos tenemos dones, capacidades, oportunidades. (1 Timoteo 4:1-16) Pero lo que marca la diferencia no es cuánto recibiste, sino qué hiciste con eso. El buen ministro no entierra su talento. Lo pone a trabajar. Multiplica lo que Dios le ha confiado. Sirve con excelencia. Da fruto. ¿Y sabes qué? No trabaja para la gente, trabaja para su Señor. Por eso Jesús dice: “Bien, siervo bueno y fiel… entra en el gozo de tu Señor”. Un mal ministro es aquel que vive con miedo, se esconde, busca excusas. Dice: “Es que yo no sé hablar… es que a mí no me tomaron en cuenta… es que me lastimaron”. Pero el buen ministro se levanta, aun con heridas, y sigue sirviendo, porque sabe que un día dará cuentas a Dios. (Mateo 25:14-30) Pablo, uno de los más grandes ministros de la historia, dice algo que toca el corazón:“A mí, que soy menos que el más pequeño de todos los santos, me fue dada esta gracia de anunciar el evangelio…” Pablo no se engrandece por su ministerio, no se enorgullece por sus logros. Reconoce que todo lo que tiene es por la gracia de Dios. Eso es lo que define al buen ministro: humildad. Un buen ministro no busca reconocimiento, no compite, no se compara. Sirve porque fue alcanzado por el amor de Cristo. Y nunca olvida de dónde lo sacó el Señor. Esa memoria lo mantiene con los pies en la tierra y el corazón en el cielo. (Efesios 3:6-8)

en August 7, 2024 — por .
Este contenido es parte de una serie Fuertes en la Palabra, in temas Cristo me ha dado identidad, Cuida tu corazón, Cultivar la perseverancia & libro Lucas.

El llamado y sus consecuencias

En Lucas 5:1-11, encontramos una de las historias más poderosas sobre el llamado de Dios y las consecuencias de obedecer Su palabra. En este pasaje, Jesús se encuentra en la orilla del lago de Genesaret, rodeado por una multitud deseosa de escuchar la palabra de Dios. Viendo dos barcas a la orilla, Jesús sube a una de ellas, que pertenecía a Simón Pedro, y le pide que se aleje un poco de la tierra. Desde la barca, Jesús enseña a la multitud y luego le dice a Pedro: “Echa las redes para pescar”. Pedro, a pesar de su escepticismo inicial, obedece a la palabra de Jesús y echa las redes. El resultado es un milagro: una gran cantidad de peces, tanto que las redes comienzan a romperse. Este evento marca el inicio de una nueva vida para Pedro y sus compañeros, quienes dejan todo para seguir a Jesús. Obediencia La clave de este pasaje es la obediencia. Pedro no solo escuchó las instrucciones de Jesús, sino que también actuó en consecuencia. La obediencia a la palabra de Dios trae bendiciones, incluso cuando no entendemos completamente el porqué. Dios nos llama a confiar en Él y a obedecer Su palabra, sabiendo que Su plan es perfecto. Confiar en Dios Confiar en Dios es esencial. Pedro confió en Jesús a pesar de su experiencia como pescador. Sabía que las posibilidades de pescar algo en ese momento eran mínimas, pero su confianza en la palabra de Jesús le llevó a obedecer. Esta confianza debe ser un pilar en nuestra vida espiritual. Debemos creer que Dios tiene el control y que Su palabra es verdadera y eficaz. Creer en Dios Creer en Dios significa más que solo aceptar Su existencia. Significa tener fe en Su poder y en Su plan para nuestras vidas. En Mateo 14:1-10, vemos cómo Juan el Bautista sufrió las consecuencias de no seguir completamente a Jesús, sino de continuar con su propio ministerio. Esto nos enseña que Dios tiene un propósito específico para cada uno de nosotros, y debemos estar dispuestos a seguirlo fielmente. La Revelación Profética La revelación profética está en la palabra de Dios. Juan 1:35-37 nos muestra cómo Juan el Bautista señaló a Jesús como el Cordero de Dios, cumpliendo así su propósito profético. La palabra de Dios nos revela Su voluntad y nos guía en nuestro camino. Debemos estudiar y meditar en las Escrituras para entender el llamado de Dios en nuestras vidas. Consecuencias del Llamado de Dios El llamado de Dios tiene consecuencias. Si obedecemos y seguimos Su palabra, las consecuencias serán bendiciones y crecimiento espiritual. Si ignoramos o desobedecemos, las consecuencias pueden ser negativas, como lo fue para Juan el Bautista. Dios no nos llama a cualquier cosa; Él tiene un propósito específico para cada uno de nosotros. Nuestra responsabilidad es obedecer y confiar en Su dirección. Solo así recibiremos el galardón por lo que Dios nos ha mandado hacer. La Fidelidad y la Fe La fidelidad a Dios y la fe en Su palabra son fundamentales para recibir Sus bendiciones. La riqueza de Dios no llega sin más; está ligada a nuestra fidelidad. Cuando tenemos fe, Dios reacciona y nos bendice de maneras que no podríamos imaginar. Conclusión El llamado de Dios no solo trae beneficios; trae bendiciones a nuestra vida. Nos transforma y nos guía en un camino de obediencia y fe. Sigamos el ejemplo de Pedro, confiemos en la palabra de Dios y obedezcamos Su llamado, sabiendo que las consecuencias serán siempre para nuestro bien y Su gloria.

en June 5, 2024 — por .
Este contenido es parte de una serie Fuertes en la Palabra, in tema Cristo me ha dado identidad & libros Génesis, Hechos de los apóstoles, Isaías, Mateo.

Levantate y anda

Queridos hermanos y hermanas en Cristo, nos reunimos con el propósito de reflexionar sobre el llamado a la acción y la restauración. El Señor nos llama a levantarnos de nuestras limitaciones, a dejar atrás la complacencia y a caminar en Su luz y verdad. A través de los versículos seleccionados de las Sagradas Escrituras, encontramos una guía para entender este llamado más profundamente Dios descansará cuando nosotros seamos buenos de gran manera. Hechos 3:1-10: La historia del cojo sanado por Pedro y Juan nos enseña que, en el nombre de Jesús, podemos traer sanidad y transformación a aquellos que están en necesidad. Así como Pedro dijo al cojo: “En el nombre de Jesucristo de Nazaret, levántate y anda”, también nosotros podemos llevar el poder sanador de Cristo a los quebrantados de espíritu y cuerpo. Isaías 58:1-12: En este pasaje, Dios nos recuerda que no basta con cumplir rituales religiosos si nuestros corazones están alejados de Él. Nos insta a buscar la justicia, a liberar a los oprimidos, a compartir con los necesitados y a romper las cadenas de la injusticia. Cuando nos alineamos con los propósitos de Dios, Él nos guiará y restaurará nuestras vidas. Mateo 12:9-14: En este pasaje, Jesús confronta la rigidez religiosa de los fariseos, quienes se oponían a la sanidad en el día de reposo. Jesús nos enseña que la compasión y el amor por nuestro prójimo son más importantes que las tradiciones humanas. Nos desafía a levantarnos en contra de cualquier forma de legalismo que nos impida hacer el bien y mostrar la misericordia de Dios. Génesis 1:31: Dios creó el mundo y lo declaró “muy bueno”. Como sus hijos, llevamos su imagen y somos llamados a ser buenos de gran manera para que el descanse, pero no es un descanso de cuerpo el descanso de Dios es que ya todas las cosas fueron hechas y las llamo buenas de gran manera, por eso debemos obedecer y cumplir su palabra para que seamos buenos de gran manera y Dios pueda descansar porque ya hizo toda su obra en nosotros. Hermanos y hermanas, el llamado de Dios es claro: levántate y anda en Su luz, amor y justicia. Que este mensaje nos inspire a ser agentes de cambio en un mundo que anhela la paz y la restauración que solo Cristo puede ofrecer. Que Dios los bendiga abundantemente. Amén.

en December 4, 2022 — por .

Jesús llega para cambiar, impactar y transformar nuestra vida

(Marcos 10:46) EL CIEGO BARTIMEO RECIBE LA VISTA. -A veces estamos juntos pero no dentro, nos sentimos cerca pero no estamos dentro. -A veces creemos que las oraciones de nuestra madre nos van a salvar cuando sea la venida de Cristo. -Donde está Jesús algo se te tiene que pegar. -Hay gente que quiere tener cosas pero sin invertir. -Hay gente que a veces no está en el camino, pero se le están revelando cosas. -Hay gente que quiere a Jesús para ellos solos, la bendición para ellos solo, todo para ELLOS SOLOS! -Cuidado si te está avergonzado lo que está haciendo Dios. -El que menos espera se levanta contra ti cuando estás levantando tu milagro. -Si te quedas quieto nada acontece. -Jesús tiene para todos, tiene para el que falta, para el que viene en camino, Jesús es una fuente inagotable, nunca se acabará. -NO va a ser fácil, hay cosas que tenemos que provocarlas nosotros. -El milagro que Dios tiene para la vida de cada uno es muy grande, a veces vemos propietarios a otro y nos preocupamos, pero ese tiempo de esperar es para trabajarte, porque él no entrega nada sin tu poder con ella. -La duda te inunda y te hace callar, pero ahí es cuando más tenemos que clamar y decir: ¡Jesús hijos de David, ten misericordia de mi! -Siempre hay un obstáculo que nos para, pero el grito que tenemos que dar llamando a Jesús va a romper todo obstáculo. -En el momento que menos fuerza tenemos ahí el nos arropa. -A veces tenemos que estar ciegos a lo que vemos, deja de estar escuchando cosas, deja de estar informándote de cosas, deja de estar prestando tu visión….. -No tenemos que ver gente por encima de nuestro milagro, sino seguir creyendo. -Confía, porque cuando Jesús se mete al juego, la gente quiere estar contigo. -Queremos estar en lugar santos, sin preparación. -LAS COSAS NO TE LAS PONEN EN BANDEJA, ENTIÉNDELO! -Lo que Dios promete lo cumple. -Donde hay propósito, se cumple.