Sermon'e

en March 10, 2024 — por .
Este contenido es parte de una serie Celebrando la gracia, in tema Pedir perdon por nuestros pecados & libro Romanos.

Libres de la Condenación del Pecado

Queridos hermanos y hermanas en Cristo, Hoy nos adentramos en las profundidades del libro de Romanos, donde encontramos una revelación poderosa sobre el pecado, la redención y la gracia transformadora de Dios a través de Jesucristo. En Romanos 5 y 6, el apóstol Pablo nos presenta una visión magistral de la condición humana, la obra redentora de Cristo y nuestro llamado a vivir en la libertad que solo Él puede ofrecer. En Romanos 5, Pablo nos confronta con la realidad del pecado y sus consecuencias. Él nos recuerda que, a través de Adán, el pecado entró en el mundo y la muerte como resultado del pecado. Todos hemos sido afectados por esta realidad, somos pecadores por naturaleza y estamos separados de Dios a causa de nuestras transgresiones. Sin embargo, Pablo no se detiene en la descripción del problema; nos ofrece una solución: Jesucristo. La clave de la redención se encuentra en la obra de Cristo en la cruz. A través de su muerte sacrificial, Cristo reconcilió al hombre con Dios y nos ofreció la oportunidad de ser justificados por la fe. En Cristo, encontramos perdón y vida eterna, una gracia que trasciende nuestra comprensión humana. Nada que hayamos hecho puede separarnos del amor de Dios manifestado en Jesucristo. Pero ¿qué significa esto para nosotros en nuestra vida diaria? ¿Cómo debemos responder a esta increíble gracia que hemos recibido? Pablo nos da la respuesta en Romanos 6: debemos morir al pecado y vivir para Dios en Cristo Jesús. Nuestra unión con Cristo en su muerte y resurrección implica una transformación radical en nuestra vida. Ya no somos esclavos del pecado; hemos sido liberados para vivir en justicia y santidad delante de Dios. Esta libertad no es licencia para pecar, sino un llamado a la santidad. Pablo nos insta a presentarnos como instrumentos de justicia al servicio de Dios, ofreciendo nuestros cuerpos como sacrificio vivo y agradable a Él. Esta es la verdadera respuesta a la gracia redentora de Dios: una vida transformada, dedicada a su servicio y glorificación. Hermanos y hermanas, hoy somos recordados de la magnitud del amor de Dios manifestado en la cruz de Cristo. Somos pecadores redimidos, justificados por la fe y llamados a vivir en la plenitud de la libertad que solo se encuentra en Él. Que nuestras vidas sean testimonios vivientes de la gracia transformadora de Dios, llevando luz y esperanza a un mundo necesitado. En conclusión, recordemos las palabras de Pablo en Romanos 6:23: “Porque la paga del pecado es muerte, pero el regalo gratuito de Dios es vida eterna en Cristo Jesús nuestro Señor.” Que este regalo de vida nos inspire a vivir en gratitud y obediencia, buscando siempre glorificar a Dios en todo lo que hacemos. Que Dios nos capacite y nos guíe mientras buscamos vivir en la plenitud de la redención que tenemos en Cristo Jesús. Amén.

en January 18, 2023 — por .

Pecado, Pecados y pecador 1er parte

çCualquier mal que el enemigo logre conseguir con los pecados con nosotros va a seguir de generación en generación, el pecado viene desde Adam viene en todo ser humano desde que nace, no nacemos condenados si no nacemos con pecado. El pecado entra al mundo por Adam entonces allí entro la corrupción del ser humano, el hombre no puede librarse del pecado. Por eso Dios hizo ese sacrificio mediante Jesús, ya cuando la misericordia de Dios nos alcanza el pecado ya no tiene mas poder en nuestra vida. Ya cuando Jesús nos alcanza el pecado no nos puede condenar, el pecado, los pecados y el pecador son tres palabras diferentes con significados diferentes. El pecado esta entreverado en nuestra carne, y hasta que el hombre se arrepienta y crea en Jesús, ya que su sacrificio en la cruz anula la sentencia que tenemos que es la muerte. El pecado separa el hombre de Dios. Debemos arrepentirnos de nuestros pecados ante la presencia de Dios. Debemos cuidarnos y no vivir una vida de pecado. Somos lavados por la sangre de Cristo sangre nueva y el pacto la nueva alianza, para ser santificados debemos estar en Jesús.