Sermon'e

en December 8, 2024 — por .
Este contenido es parte de una serie Celebrando la gracia, in tema Descubriendo la voluntad de Dios & libros 1 Juan, 2 Crónicas, Éxodo, Números.

El relacionamiento con Dios

1 Juan 4:19 nos enseña que amamos a Dios porque Él nos amó primero, mostrándonos su amor a través de Cristo. Esto nos llama a vivir con gratitud y amor hacia los demás. Santiago 4:15 nos recuerda nuestra dependencia de Dios, reconociendo que todo lo que hacemos debe estar sujeto a su voluntad. Ambos versículos enfatizan una relación con Dios basada en amor, obediencia y confianza en su guía

en — por .
Este contenido es parte de una serie Fuertes en la Palabra, in libros Apocalipsis, Números & .

El apocalipsis desvelado (parte 3)

El mensaje a Pérgamo y la referencia al juicio en Números 31 nos llaman a vivir una fe genuina, sin compromisos con el pecado o la idolatría. La espada de Cristo es tanto un llamado a la verdad como un instrumento de juicio. El creyente fiel recibe una identidad transformada y la esperanza de una comunión eterna con Dios.

en October 9, 2024 — por .
Este contenido es parte de una serie Fuertes en la Palabra, in tema El propósito de nuestra vida & libros Deuteronomio, Joel, Números.

Cuida tu semilla

Hablaremos sobre un tema crucial para nuestras vidas: Cuidar la semilla. La semilla representa todo aquello que Dios ha plantado en nuestros corazones. En el libro de Joel, se nos habla de destrucción y devastación: la langosta, el saltón, el revoltón y el revoltón arrasaron con todo. Es un panorama sombrío, pero nos deja una enseñanza profunda sobre lo que pasa cuando no protegemos lo que Dios nos ha dado. Dios ha sembrado en cada uno de nosotros dos semillas: la visión y los sueños. 1. La semilla de la visión La visión es el plan de Dios para nuestras vidas, su propósito divino. Cada uno de nosotros tiene una misión específica, un destino que cumplir en el reino de Dios. Sin embargo, como en Joel, hay enemigos que quieren destruir esa visión. A veces, las dificultades y las pruebas parecen despojarnos de nuestra esperanza y nos hacen dudar de lo que Dios nos ha mostrado. Joel 1:4 nos describe cómo diferentes tipos de plagas devoran lo que era nuestro sustento. Así es en nuestras vidas cuando no cuidamos la visión de Dios. El enemigo, las distracciones, el miedo y la duda intentarán atacar esa visión que Dios ha puesto en tu corazón. Pero Dios te llama a permanecer firme en su visión. La clave es la perseverancia: No dejes que los problemas te roben lo que Dios te ha mostrado. A veces, no verás el fruto de inmediato, pero eso no significa que la visión esté muerta. Mantente conectado a Dios: Sólo cuando mantenemos nuestra relación con Dios, nuestra visión permanece viva. Si te apartas de Él, corres el riesgo de que la langosta espiritual destruya lo que Dios quiere hacer en tu vida. 2. La semilla de los sueños La otra semilla es la de los sueños. Dios no sólo nos da una visión de lo que debemos hacer, sino que también nos pone sueños en el corazón. Estos sueños pueden ser metas personales, ministeriales o de impacto para otras personas. Son los anhelos profundos que Dios planta en ti, y que muchas veces requieren valentía para perseguirlos. Pero al igual que la visión, los sueños pueden ser amenazados. El desaliento, el fracaso, las críticas de otros y el temor a lo desconocido pueden hacer que dejemos de soñar. Sin embargo, Dios quiere que sigas soñando. No te desanimes: Aunque las cosas no salgan como esperas, no abandones tus sueños. Dios es quien da los sueños y Él es fiel para cumplirlos en su tiempo perfecto. Protege tus sueños de las plagas: Como en Joel, las “plagas” del desánimo, el conformismo y la duda intentarán devorar tus sueños. Pero tú tienes el poder, a través de la fe, de proteger lo que Dios ha plantado en ti. 3. Cuida tus semillas Como un jardinero cuida de sus plantas, tú debes proteger y nutrir las semillas que Dios ha puesto en ti. No puedes dejar que las circunstancias de la vida o los ataques del enemigo destruyan la visión y los sueños que Dios te ha dado. Joel nos advierte que cuando las plagas no son confrontadas, el resultado es la devastación completa. No podemos ser pasivos en cuidar lo que Dios nos ha entregado. Riega tus semillas con oración: La oración es el agua que nutre tus sueños y visión. A través de la oración, fortalecemos nuestra fe y pedimos a Dios que nos ayude a perseverar. Abónalas con la Palabra de Dios: La Palabra es el alimento que da vida a tus semillas. No puedes crecer sin alimentarte de las Escrituras. Lee, medita y declara la Palabra sobre tu vida. Cultiva la paciencia: Las semillas no crecen de un día para otro. Requieren tiempo, cuidado y dedicación. No te desesperes si no ves resultados inmediatos. Dios está trabajando en ti, aunque no lo veas. En Joel 1:1-4 vemos un pueblo que fue devastado por no haber cuidado lo que Dios les había dado. Pero Dios no quiere que tus sueños ni tu visión sean destruidos. Él te ha dado esas semillas para que florezcan y produzcan fruto en tu vida. Cuida lo que Dios ha plantado en ti. No dejes que el enemigo, las circunstancias o el desánimo destruyan lo que Dios ha comenzado. Recuerda: Dios te ha dado una visión y sueños, y está contigo para ayudarte a protegerlos y hacerlos realidad. Así que, no te desanimes, sigue soñando, permanece en la visión de Dios, y cuida tu semilla.  

en September 28, 2022 — por .

La Queja y la murmuración es pecado delante de Dios.

Dios nos ha sacado de nuestros delitos y pecados, de la tierra de Egipto pero aún seguimos pecando en Dios, quejándonos día tras día, no depositamos la confianza en Dios, ya que Dios tiene miles de bendiciones para entregarnos, pero cuando nos quejamos por cualquier cosa, nos alejamos de las bendiciones de Dios. Mis amados hermanos debemos agradar a Dios, no a desagradarle cuando nos quejamos, la queja nos debilita y nos aleja de la meta, de la tierra prometida. La gente que se queja no disfruta, nada le trae gozo porque nada le conforma, y queremos hacer la voluntad de nosotros y no la bendición de Dios. Dios nos da el mana diario para alimentarnos, confiar en el y no nos quejemos ni murmuremos, debemos   tener la plena convicción que Jesucristo nos ayuda, el padre celestial nos ayuda en nuestros problemas. Confía en Dios que somos mas que vencedores por el. Recuerda Dios tiene el control de todo, por mas que sea la adversidad confía en Dios y Dios te responderá, ora, habla con Dios, darle las gracias a el por la vida. La Gloria sea toda para Dios, Bendiciones.