Sermon'e

en December 1, 2024 — por .
Este contenido es parte de una serie Celebrando la gracia, in tema El don de servir & libros Hechos de los apóstoles, Marcos.

Lo que tengo, te doy

En Hechos 3:1-10, vemos a Pedro y Juan dándole al hombre cojo no lo que él esperaba (dinero), sino lo mejor que ellos tenían: sanidad en el nombre de Jesús. Esto nos enseña a dar de lo que realmente tenemos y a dejar que Dios use nuestras vidas para traer transformación verdadera. Por otro lado, en Marcos 14:7, una mujer derrama un perfume costoso sobre Jesús, y aunque algunos la critican, Jesús resalta la importancia de su acto de adoración sincera. No siempre lo material es lo más importante; a veces el dar tiene que ver con reconocer la presencia de Dios y entregarle lo mejor. Ambos pasajes nos llaman a reflexionar sobre cómo y qué damos: ya sea a otros en necesidad o a Dios en adoración. Lo importante es ofrecer lo que realmente tenemos, guiados por el amor y la devoción, siendo sensibles a lo que cada momento requiere.

en October 13, 2024 — por .
Este contenido es parte de una serie Celebrando la gracia, in temas El bautismo, El don de servir, El favor no merecido & libro 1 Corintios.

La cena del señor

La Cena del Señor es una de las ordenanzas más importantes que Jesús dejó a su iglesia. Es un acto simbólico que nos conecta directamente con la obra redentora de Cristo en la cruz. Al participar en ella, no solo recordamos su sacrificio, sino que también proclamamos su muerte hasta que Él regrese. Juntos meditemos en lo que significa participar dignamente de la Cena del Señor y en la importancia de entender su profundo mensaje. Un mandato de Jesús (1 Corintios 11:23-25) Pablo nos recuerda que la Cena del Señor no es una invención humana, sino que fue instituida directamente por Cristo la noche en que fue entregado. Jesús tomó el pan, lo bendijo, lo partió y dijo: “Esto es mi cuerpo, que por vosotros es partido; haced esto en memoria de mí.” Luego, tomó la copa y dijo: “Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; haced esto todas las veces que la bebáis, en memoria de mí.” En este acto, vemos la clara instrucción de Jesús para que recordemos su sacrificio a través de estos símbolos: el pan representa su cuerpo, quebrantado por nosotros, y la copa simboliza su sangre, derramada para sellar el nuevo pacto. Recordando su sacrificio (1 Corintios 11:26) Cada vez que tomamos el pan y la copa, anunciamos la muerte del Señor hasta que Él venga. Esto significa que la Cena del Señor no es solo un momento de reflexión personal, sino también una proclamación pública de la obra redentora de Cristo. El sacrificio de Jesús es el centro de nuestra fe. Sin su muerte y resurrección, no tendríamos esperanza de salvación. Al participar de la Cena, renovamos nuestra gratitud por ese acto supremo de amor y nos comprometemos a vivir a la luz de esa verdad. Reflexión: La Cena del Señor es un recordatorio constante de que somos salvos por gracia, y no por obras. No debemos tomar este acto a la ligera, sino con un corazón lleno de gratitud y humildad. Participar dignamente (1 Corintios 11:27-29) Pablo también nos advierte sobre la necesidad de participar dignamente de la Cena del Señor. ¿Qué significa esto? Significa examinar nuestro corazón antes de acercarnos a la mesa del Señor. Si participamos de manera irreverente o con pecado no confesado, estamos menospreciando el sacrificio de Cristo. El apóstol nos insta a “probar cada uno su propio corazón”. Este es un momento de autoevaluación, de pedir perdón por nuestros pecados y de reconciliarnos con Dios y con nuestros hermanos en Cristo. Consecuencias de la irreverencia (1 Corintios 11:30-32) Pablo menciona que debido a la falta de reverencia y a la participación indigna en la Cena del Señor, algunos en la iglesia de Corinto estaban enfermos y otros incluso habían muerto. Esto nos enseña que Dios toma en serio este acto. Aunque vivimos en una época de gracia, no debemos tomar la gracia de Dios como una excusa para ser irreverentes. La Cena del Señor es un recordatorio solemne de lo que Cristo hizo por nosotros, y debemos acercarnos a ella con el debido respeto. Unidad en el cuerpo de Cristo (1 Corintios 11:33-34) Pablo concluye este pasaje recordando a los creyentes que la Cena del Señor es también un acto de unidad. Cuando nos reunimos para participar de ella, lo hacemos como un solo cuerpo en Cristo. No hay lugar para divisiones, egoísmos o rivalidades. Debemos esperar los unos por los otros, sirviéndonos con amor y respeto. La Cena del Señor nos recuerda que, aunque somos muchos, formamos un solo cuerpo. La cruz de Cristo nos une, y debemos vivir en armonía unos con otros. La Cena del Señor es un acto profundo y sagrado. Nos llama a recordar, a reflexionar, a arrepentirnos y a proclamar la obra redentora de Cristo. Al participar de ella, no solo miramos hacia atrás, a la cruz, sino también hacia adelante, a la segunda venida de nuestro Señor. Que cada vez que tomemos el pan y la copa, lo hagamos con reverencia, gratitud y una renovada devoción a nuestro Salvador. Jesús dio su vida por nosotros; vivamos para Él.  

en January 29, 2023 — por .
Este contenido es parte de una serie Celebrando la gracia, in tema El don de servir & libro Marcos.

¿Cual es la calidad de lo que estas dando para Dios?

Jesús conoce todo de nosotros, conoce nuestro corazón, Jesús quiere cambiar y transformar nuestras vidas. Todo lo que heredamos en la tierra para Dios no es nada, ya que estas riquezas no sirven para entrar al reino de Dios, lo que conquistamos con nuestras manos en la tierra será pasajero, primero debemos hacer riquezas en el reino de Dios primero y luego todo será añadido. Preguntale a Dios: ¿Que tengo que dejar o tengo que hacer? Debes dejar todo y sigue a Jesús, que un tesoro te esta esperando en el cielo. No es fácil negarse a si mismo y seguir los pasos de Jesús, pero así los que luchan y lo siguen y se niegan asi mismo en esta vida, Jesús nos espera con tesoroso mejores que los que hay en la tierra, esfuerzate y se valiente. Podemos darle todo lo mejor a Dios cuando renunciamos a todo.   Amén.