Sermon'e

en August 7, 2024 — por .
Este contenido es parte de una serie Fuertes en la Palabra, in temas Cristo me ha dado identidad, Cuida tu corazón, Cultivar la perseverancia & libro Lucas.

El llamado y sus consecuencias

En Lucas 5:1-11, encontramos una de las historias más poderosas sobre el llamado de Dios y las consecuencias de obedecer Su palabra. En este pasaje, Jesús se encuentra en la orilla del lago de Genesaret, rodeado por una multitud deseosa de escuchar la palabra de Dios. Viendo dos barcas a la orilla, Jesús sube a una de ellas, que pertenecía a Simón Pedro, y le pide que se aleje un poco de la tierra. Desde la barca, Jesús enseña a la multitud y luego le dice a Pedro: “Echa las redes para pescar”. Pedro, a pesar de su escepticismo inicial, obedece a la palabra de Jesús y echa las redes. El resultado es un milagro: una gran cantidad de peces, tanto que las redes comienzan a romperse. Este evento marca el inicio de una nueva vida para Pedro y sus compañeros, quienes dejan todo para seguir a Jesús. Obediencia La clave de este pasaje es la obediencia. Pedro no solo escuchó las instrucciones de Jesús, sino que también actuó en consecuencia. La obediencia a la palabra de Dios trae bendiciones, incluso cuando no entendemos completamente el porqué. Dios nos llama a confiar en Él y a obedecer Su palabra, sabiendo que Su plan es perfecto. Confiar en Dios Confiar en Dios es esencial. Pedro confió en Jesús a pesar de su experiencia como pescador. Sabía que las posibilidades de pescar algo en ese momento eran mínimas, pero su confianza en la palabra de Jesús le llevó a obedecer. Esta confianza debe ser un pilar en nuestra vida espiritual. Debemos creer que Dios tiene el control y que Su palabra es verdadera y eficaz. Creer en Dios Creer en Dios significa más que solo aceptar Su existencia. Significa tener fe en Su poder y en Su plan para nuestras vidas. En Mateo 14:1-10, vemos cómo Juan el Bautista sufrió las consecuencias de no seguir completamente a Jesús, sino de continuar con su propio ministerio. Esto nos enseña que Dios tiene un propósito específico para cada uno de nosotros, y debemos estar dispuestos a seguirlo fielmente. La Revelación Profética La revelación profética está en la palabra de Dios. Juan 1:35-37 nos muestra cómo Juan el Bautista señaló a Jesús como el Cordero de Dios, cumpliendo así su propósito profético. La palabra de Dios nos revela Su voluntad y nos guía en nuestro camino. Debemos estudiar y meditar en las Escrituras para entender el llamado de Dios en nuestras vidas. Consecuencias del Llamado de Dios El llamado de Dios tiene consecuencias. Si obedecemos y seguimos Su palabra, las consecuencias serán bendiciones y crecimiento espiritual. Si ignoramos o desobedecemos, las consecuencias pueden ser negativas, como lo fue para Juan el Bautista. Dios no nos llama a cualquier cosa; Él tiene un propósito específico para cada uno de nosotros. Nuestra responsabilidad es obedecer y confiar en Su dirección. Solo así recibiremos el galardón por lo que Dios nos ha mandado hacer. La Fidelidad y la Fe La fidelidad a Dios y la fe en Su palabra son fundamentales para recibir Sus bendiciones. La riqueza de Dios no llega sin más; está ligada a nuestra fidelidad. Cuando tenemos fe, Dios reacciona y nos bendice de maneras que no podríamos imaginar. Conclusión El llamado de Dios no solo trae beneficios; trae bendiciones a nuestra vida. Nos transforma y nos guía en un camino de obediencia y fe. Sigamos el ejemplo de Pedro, confiemos en la palabra de Dios y obedezcamos Su llamado, sabiendo que las consecuencias serán siempre para nuestro bien y Su gloria.

en May 19, 2024 — por .
Este contenido es parte de una serie Celebrando la gracia, in temas Cuida tu corazón, Descubriendo la voluntad de Dios & libro Lucas.

La buena parte

Queridos hermanos y hermanas, hoy nos encontramos para reflexionar sobre una historia del Evangelio de Lucas que nos habla directamente a nuestro corazón y nuestras vidas diarias. Es la historia de dos hermanas, Marta y María, y de cómo Jesús nos enseña a elegir lo verdaderamente importante. 1. La Llegada de Jesús: Imaginemos por un momento que estamos en la casa de Marta y María. Jesús, el Maestro, ha llegado. La emoción y el honor de tenerlo en casa son inmensos. Marta, siempre diligente y trabajadora, se pone manos a la obra para asegurarse de que todo esté perfecto. Quiere servir a Jesús de la mejor manera posible. 2. Marta y sus Preocupaciones: Pero Marta se siente abrumada. Todos hemos estado allí, ¿verdad? Con tantas cosas que hacer, parece que el tiempo no es suficiente. Marta se preocupa porque su hermana María no la está ayudando. María, en cambio, ha decidido sentarse a los pies de Jesús, escuchando cada palabra que sale de su boca. Marta, frustrada y agotada, se acerca a Jesús y le dice: “Señor, ¿no te importa que mi hermana me deje servir sola? Dile, pues, que me ayude”. 3. La Respuesta de Jesús: La respuesta de Jesús es sorprendente y llena de amor: “Marta, Marta, estás preocupada y afanada con muchas cosas. Pero sólo una cosa es necesaria; María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada”. Jesús entiende las buenas intenciones de Marta, pero le recuerda que no debemos perder de vista lo esencial. ¿Cuántas veces nosotros somos como Marta? Nos llenamos de preocupaciones, tareas y responsabilidades, y nos olvidamos de lo más importante: pasar tiempo con Jesús. En nuestra vida moderna, con el trabajo, la familia y los compromisos, es fácil perdernos en el ajetreo y olvidarnos de sentarnos a los pies del Maestro. 4. La Buena Parte: María eligió la buena parte: estar con Jesús, escuchar su palabra, dejarse llenar por su presencia. Esto no significa que el trabajo y las responsabilidades no sean importantes, pero Jesús nos llama a encontrar un equilibrio, a no dejar que las preocupaciones nos roben el tiempo con Él. Prioriza tu tiempo con Dios: Dedica momentos específicos cada día para estar en la presencia de Dios. Puede ser en la mañana antes de comenzar tus actividades, o en la noche antes de dormir. Encuentra el equilibrio: Asegúrate de que tus responsabilidades no te alejen de tu relación con Dios. Sirve y trabaja, pero no te olvides de nutrir tu espíritu. Escucha la voz de Jesús: Toma tiempo para la oración y la lectura de la Biblia. Permite que las enseñanzas de Jesús guíen tus decisiones y acciones. Señor Jesús, gracias por tu palabra que nos guía y nos da paz. Ayúdanos a encontrar equilibrio en nuestras vidas, a no dejarnos llevar por las preocupaciones diarias, y a elegir siempre la buena parte de estar contigo. Fortalece nuestra relación contigo y guíanos en cada paso que damos. En tu santo nombre oramos, amén.

en March 17, 2024 — por .

La tierra seca está aquí, la tierra seca soy yo

Nos reunimos bajo el título “La tierra seca está aquí, la tierra seca soy yo”. En estos tiempos de incertidumbre y sequedad espiritual, es crucial recordar las lecciones que nos enseña la Palabra de Dios. Comenzamos con los versículos de Génesis 2:15 y Génesis 3:23, donde vemos cómo la relación entre el hombre y la tierra cambió drásticamente debido al pecado. Dios nos creó para ser guardianes y cultivadores de la tierra, para que prosperemos en comunión con Él. Sin embargo, la desobediencia nos llevó a ser expulsados del Edén, a abandonar la tierra fértil que Dios nos había dado. Hoy nos encontramos preguntándonos: ¿Dónde está nuestra prosperidad? Muchas veces nos alejamos de Dios y dejamos atrás lo que Él nos ha dado, buscando nuestra propia satisfacción y olvidando nuestra conexión con la tierra y con nuestro Creador. Dios, en Su amor y misericordia, nos ofrece una nueva oportunidad. Aunque nos haya sacado del Edén, Él no nos ha abandonado. Nos sigue llamando a cultivar la tierra que nos ha dado, a buscar Su presencia y a trabajar por el Reino de Dios aquí en la tierra seca en la que vivimos. Recordemos que así como Dios formó al hombre fuera del jardín del Edén, Él también nos formó a nosotros, nos dio vida y nos puso en este mundo con un propósito. No importa cuán árida pueda parecer nuestra situación, Dios está con nosotros, dispuesto a regar nuestra tierra seca con Su gracia y amor, si solo volvemos a Él con corazones humildes y arrepentidos. Hermanos y hermanas, en este día, reafirmemos nuestro compromiso de buscar a Dios, de cultivar la tierra que Él nos ha dado y de vivir en comunión con Él. Que nuestras vidas sean testimonio de Su amor y fidelidad, incluso en medio de la tierra seca que nos rodea. Amén.    

en January 22, 2023 — por .
Este contenido es parte de una serie Celebrando la gracia, in temas Cuida tu corazón, Identidad en Cristo, Integridad & libros Job, Lucas, Marcos.

Que nos diferencia a nosotros del resto en Cristo Jesús

La iglesia es la realidad del reino de Dios en la tierra es la iglesia, pero muchas veces esda corrompido ya que dejamos que nuestro hombre carnal dejamos que no permitamos expresar el reino de Dios a los demas. Si somos embajadores del reino de Dios debemos dejar de ser el viejo hombre y obedecer las leyes de Dios. Debemos ser diferentes en el mundo, no debemos traer el mundo a la iglesia. Hay cuatro items para diferenciar si el hombre interior es el que gobierna nuestra vida o de verdad el reino de Dios esta en nuestra vida son los siguientes: 1. La determinación.  Sin ser una persona determinada no logramos nada, no logramos la meta, determinación es lo que los fuertes tienen, para terminar lo que se consiguió, Jesús fue determinante ya que el asumió y enfrento con valentía su ministerio a pesar de las adversidades siguio adelante y gracias a su constancia y determinación fuimos salvos. 2. La constancia Debemos seguir adelante, ser perseverante en la vida y seguir en los caminos de Dios, terminar lo que hemos empezado. Como el ciego que decia “Jesús hijo de David ten misericordia de mi” diciendo constantemente buscando la bendición y habian personas que le decian callate, habrán muchas personas que te van a criticar, para que caigas en la fe y no sigas la constancia de estar siempre motivado en las cosas de Dios, a Jesús le agrada la constancia del ciego, por eso debemos seguir constantes para llamar la atención de Cristo. 3. Madurez Se alcanza la madurez enfrentando luchas, pruebas, para alcanzar el crecimiento y madurez espiritual. Así como Job tuvo paciencia a todo lo que enfrentó y tuvo pruebas con una enfermedad, le fue quitado todo, aún así siguió adorando a Dios, consiguiendo toda bendición de Dios y todo se le multiplicó y hasta se triplico. 4. Ser resolutivo Es la persona que obra con desición y resuelve los problemas. Cuando ayudamos a resolver los problemas a los demás Dios se va a ocupar de resolver tus problemas.  

en January 15, 2023 — por .
Este contenido es parte de una serie Celebrando la gracia, in temas Cuida tu corazón, Descubriendo la voluntad de Dios, Identidad en Cristo & libro Efesios.

El mayor villano

Sabemos que el pecado no afecta a Dios, nos afecta a nosotros, Dios igual quiere tener relación contigo, tu cuando haces algo malo la conciencia pesa, y Dios desciende para buscar que tu dejes la pared que te aleja de Dios, aún así Dios esta cerca de esa pared para que tu la derrumbes, para arreglar las cosas con Dios. Adam huyo y perdio la oportunidad de arreglar las cosas. Nosotros mismos somos nuestro peor enemigo, y buscamos culpables para justificarnos de nuestros errores delante de Dios y hasta de las personas, así como Adam le echo la culpa a Eva por haberlo hecho pecar. Aveces nos convencemos que hacemos las cosas bien, pero en realidad estamos haciendo cosas malas, con vanidades, humillando a los demas, con esto estamos siendo nuestro propio enemigo, porque ese no es nuestro verdadero propósito, nuestro propósito es el Amor y con eso tener el Amor de Dios en nuestro interior, para los demás. Debemos mirar nuestro interior y no nuestro exterior. Nobte engañes a ti mismo, decidete y vente a los brasos de papá. Debemos tener los frutos de Dios y ser nacidos de Dios.