Sermon'e

en June 22, 2025 — por .
Este contenido es parte de una serie Culto de adoración, in tema Descubriendo la voluntad de Dios & libros 2 Reyes, Génesis, Job.

Viva en el plan de Dios

Hoy queremos detenernos como comunidad para responder una pregunta fundamental:¿Estamos viviendo en el plan de Dios o simplemente sobreviviendo? La vida puede llevarnos a rutinas vacías, a correr detrás de cosas, a luchar sin sentido. Pero cuando volvemos a la Palabra, descubrimos que fuimos creados con propósito, llamados con dirección y sostenidos con provisión. Vivir en el plan de Dios no es solo estar dentro de una iglesia, sino vivir desde la voluntad del Padre, dependiendo de Él en todo y caminando hacia donde Él nos guía. Dios obra milagros cuando confiamos y obedecemos (2 Reyes 4:1-7) “¿Qué tienes en casa?”“Una vasija de aceite.” La viuda estaba desesperada, a punto de perder a sus hijos.Y en medio de esa crisis, Dios activó su plan de provisión. El milagro no vino de afuera, sino desde lo poco que ella ya tenía en casa. Cuando nos alineamos con el plan de Dios, lo poco en nuestras manos se convierte en mucho en Sus manos. La obediencia, incluso sin entenderlo todo, es lo que activa el poder de Dios en nuestra vida. Dios ve nuestro corazón y nos respalda en las pruebas (Job 1:8-10) “¿No has considerado a mi siervo Job…?” Qué impresionante es saber que Dios conoce nuestros nombres.Él observa nuestra fidelidad.Y cuando el enemigo quiere atacar, Dios pone límites, pone cerco, cuida de nosotros. Sí, hay pruebas. Pero ninguna escapa del control de Dios.Y como Job, podemos atravesarlas sabiendo que no hemos salido del plan de Dios. A veces el plan de Dios incluye valles, pero nunca abandono. Dios nos formó con propósito (Génesis 2:7-9) “Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida…” Desde el principio, Dios no improvisó con nosotros.Él nos formó del polvo, pero nos dio su aliento.No solo tenemos cuerpo… tenemos vida con sentido. Y como plantó el Edén, también nos plantó a nosotros con un lugar específico, una tarea, una misión. Vivir en el plan de Dios comienza por recordar quién nos creó y para qué fuimos creados. El plan de Dios incluye provisión, guía, consuelo y eternidad (Salmos 23:1-6) Este salmo es una hoja de ruta de lo que significa vivir bajo la cobertura del plan perfecto de Dios. Veámoslo brevemente: “Jehová es mi pastor; nada me faltará” – Dios es fuente.“Me hará descansar… me pastoreará” – Dios guía.“Confortará mi alma… me guiará por sendas de justicia” – Dios restaura.“Aunque ande en valle… tú estarás conmigo” – Dios acompaña.“Aderezas mesa… mi copa está rebosando” – Dios honra.“El bien y la misericordia me seguirán… moraré en Su casa” – Dios garantiza un final glorioso. Vivir en Su plan no es solo sobrevivir… es florecer, incluso en el desierto.

en December 8, 2024 — por .
Este contenido es parte de una serie Celebrando la gracia, in tema Descubriendo la voluntad de Dios & libros 1 Juan, 2 Crónicas, Éxodo, Números.

El relacionamiento con Dios

1 Juan 4:19 nos enseña que amamos a Dios porque Él nos amó primero, mostrándonos su amor a través de Cristo. Esto nos llama a vivir con gratitud y amor hacia los demás. Santiago 4:15 nos recuerda nuestra dependencia de Dios, reconociendo que todo lo que hacemos debe estar sujeto a su voluntad. Ambos versículos enfatizan una relación con Dios basada en amor, obediencia y confianza en su guía

en September 4, 2024 — por .
Este contenido es parte de una serie Fuertes en la Palabra, in tema Descubriendo la voluntad de Dios & libros Efesios, Juan, Lucas, Mateo, Romanos, Santiago.

Verdades sorprendentes

♥En nuestra vida cotidiana, podemos enfrentar situaciones que desafían nuestras creencias y expectativas. Hoy exploraremos algunas verdades sorprendentes que Jesús reveló a lo largo de su ministerio, las cuales transformaron vidas y continúan haciéndolo. Estas verdades nos llevan a reflexionar profundamente sobre la relación entre Dios y nosotros, y cómo podemos vivir conforme a su propósito. El Conocimiento de Dios es Vida Eterna Texto: Juan 17:3 Jesús, en su oración al Padre, nos revela que la vida eterna consiste en conocer al único Dios verdadero y a Jesucristo, a quien Él envió. Este conocimiento no se refiere solo a un entendimiento intelectual, sino a una relación personal y profunda con Dios. Esta verdad es sorprendente porque muchas veces pensamos que la vida eterna es algo que se obtiene después de la muerte, cuando en realidad comienza ahora, en nuestra comunión diaria con Dios. Estábamos Muertos, Pero Ahora Vivimos Texto: Efesios 2:1 y Lucas 15:23-24 Pablo nos recuerda en Efesios que antes de conocer a Cristo, estábamos espiritualmente muertos en nuestros delitos y pecados. Esta es una realidad que puede ser difícil de aceptar, pero Jesús nos lo ilustra en la parábola del hijo pródigo. El padre dice: “Este mi hijo muerto era, y ha revivido”. La salvación es un milagro de vida, un regreso de la muerte a la vida. La Salvación es un Regalo Inmerecido Texto: Efesios 2:8-9 y Romanos 3:20-26 La gracia es uno de los conceptos más sorprendentes del Evangelio. No podemos ganar nuestra salvación por medio de obras; es un regalo de Dios. Esto va en contra de nuestra tendencia natural a querer ganarnos las cosas por mérito. Pablo enfatiza en Romanos que nadie puede justificarse ante Dios por sus obras; todos hemos pecado y solo somos justificados gratuitamente por su gracia mediante la redención que es en Cristo Jesús. El Mayor en el Reino es el Siervo de Todos Texto: Mateo 23:11-12 En un mundo que valora la autoridad y el poder, Jesús nos dice que el mayor en el Reino de los Cielos es el que se humilla y sirve a los demás. Esto desafía las normas culturales y sociales, invitándonos a revaluar nuestras prioridades y nuestro concepto de grandeza. El servicio humilde es lo que realmente nos eleva en el Reino de Dios. La Fe Perseverante es Recompensada Texto: Mateo 15:21-28 En este pasaje, encontramos a una mujer cananea que, a pesar de ser rechazada inicialmente, no cesa en su súplica a Jesús. Su fe perseverante le valió el elogio de Jesús y la sanación de su hija. Esta verdad nos enseña que la fe genuina no se rinde ante las dificultades, sino que persiste, confiando en que Dios responderá a su debido tiempo. Dios Da Gracia a los Humildes Texto: Tiago 4:6-8 Santiago nos recuerda que Dios resiste a los soberbios, pero da gracia a los humildes. Este pasaje nos invita a acercarnos a Dios con humildad, reconociendo nuestra necesidad de Él. Solo al someternos a Dios y resistir al diablo podremos experimentar la cercanía con el Señor y la purificación. Las verdades que hemos explorado hoy no solo nos desafían, sino que también nos transforman. Dios nos llama a vivir una vida sorprendente, llena de su gracia y poder. Al aplicar estas enseñanzas a nuestras vidas, experimentaremos el propósito y la plenitud que solo pueden encontrarse en Él. Sigamos escudriñando las Escrituras y permitiendo que estas verdades cambien nuestras vidas desde lo más profundidad.

en July 3, 2024 — por .
Este contenido es parte de una serie Fuertes en la Palabra, in temas Alabanza para Dios, Descubriendo la voluntad de Dios & libro 1 Samuel.

Entienda el proceso y viva feliz

En la vida, muchas veces enfrentamos situaciones que nos desconciertan, nos desaniman o simplemente no entendemos. A veces nos preguntamos: “¿Por qué a mí? ¿Por qué ahora? ¿Qué propósito tiene todo esto?”. En medio de estas dudas y luchas, es crucial recordar que Dios tiene un propósito y un plan para cada uno de nosotros, aunque no siempre podamos verlo de inmediato. En 1 Samuel 16:13, vemos un ejemplo claro de esto: “Y Samuel tomó el cuerno de aceite y lo ungió en medio de sus hermanos; y desde aquel día en adelante el Espíritu de Jehová vino sobre David. Se levantó luego Samuel, y se volvió a Ramá.” Aquí vemos a David, un joven pastor, siendo ungido como rey por Samuel. David no era el mayor, ni el más fuerte de sus hermanos, pero Dios vio algo en él que otros no veían. Dios tenía un plan para David, un propósito que iba más allá de lo que cualquier humano podría haber imaginado. Podemos aprender mucho de esta historia. En primer lugar, entendemos que Dios tiene su propio calendario y su propia manera de hacer las cosas. A veces, el proceso que atravesamos puede parecer largo y lleno de obstáculos, pero cada etapa tiene su razón de ser. David fue ungido como rey, pero no asumió el trono de inmediato. Tuvo que pasar por muchas pruebas y desafíos antes de que eso sucediera. En nuestra propia vida, podemos encontrarnos en situaciones donde nos sentimos perdidos o sin esperanza. Tal vez estemos en un trabajo que no nos satisface, en una relación que no funciona o enfrentando problemas personales que parecen insuperables. Es en esos momentos cuando más necesitamos confiar en el proceso y en el plan de Dios. El proceso es una parte esencial de nuestro crecimiento y desarrollo. Sin los desafíos y las pruebas, no podríamos convertirnos en las personas que Dios quiere que seamos. Cada dificultad que enfrentamos es una oportunidad para aprender, crecer y fortalecer nuestra fe. David tuvo que enfrentarse a leones y osos antes de enfrentarse a Goliat, y cada una de esas experiencias lo preparó para el futuro. Entender el proceso también nos permite vivir con más paz y felicidad. Cuando confiamos en que Dios tiene un plan para nosotros, podemos dejar de preocuparnos tanto por el futuro y enfocarnos en el presente. Podemos disfrutar de las pequeñas bendiciones diarias y encontrar alegría en cada etapa del camino. Esto no significa que no enfrentaremos dificultades o momentos de duda. Incluso David, un hombre conforme al corazón de Dios, tuvo sus momentos de angustia y temor. Pero al final, su confianza en Dios y su comprensión del proceso le permitieron superar esos momentos y vivir una vida plena y significativa. Así que hoy, quiero animarte a que confíes en el proceso de Dios para tu vida. No importa dónde te encuentres o qué estés enfrentando, recuerda que Dios tiene un plan para ti. Cada etapa, cada desafío y cada victoria es parte de ese plan. Al entender esto y vivir con esta perspectiva, podemos encontrar una paz y una felicidad duraderas, sabiendo que estamos en las manos de un Dios amoroso y sabio que siempre busca nuestro bien.

en May 19, 2024 — por .
Este contenido es parte de una serie Celebrando la gracia, in temas Cuida tu corazón, Descubriendo la voluntad de Dios & libro Lucas.

La buena parte

Queridos hermanos y hermanas, hoy nos encontramos para reflexionar sobre una historia del Evangelio de Lucas que nos habla directamente a nuestro corazón y nuestras vidas diarias. Es la historia de dos hermanas, Marta y María, y de cómo Jesús nos enseña a elegir lo verdaderamente importante. 1. La Llegada de Jesús: Imaginemos por un momento que estamos en la casa de Marta y María. Jesús, el Maestro, ha llegado. La emoción y el honor de tenerlo en casa son inmensos. Marta, siempre diligente y trabajadora, se pone manos a la obra para asegurarse de que todo esté perfecto. Quiere servir a Jesús de la mejor manera posible. 2. Marta y sus Preocupaciones: Pero Marta se siente abrumada. Todos hemos estado allí, ¿verdad? Con tantas cosas que hacer, parece que el tiempo no es suficiente. Marta se preocupa porque su hermana María no la está ayudando. María, en cambio, ha decidido sentarse a los pies de Jesús, escuchando cada palabra que sale de su boca. Marta, frustrada y agotada, se acerca a Jesús y le dice: “Señor, ¿no te importa que mi hermana me deje servir sola? Dile, pues, que me ayude”. 3. La Respuesta de Jesús: La respuesta de Jesús es sorprendente y llena de amor: “Marta, Marta, estás preocupada y afanada con muchas cosas. Pero sólo una cosa es necesaria; María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada”. Jesús entiende las buenas intenciones de Marta, pero le recuerda que no debemos perder de vista lo esencial. ¿Cuántas veces nosotros somos como Marta? Nos llenamos de preocupaciones, tareas y responsabilidades, y nos olvidamos de lo más importante: pasar tiempo con Jesús. En nuestra vida moderna, con el trabajo, la familia y los compromisos, es fácil perdernos en el ajetreo y olvidarnos de sentarnos a los pies del Maestro. 4. La Buena Parte: María eligió la buena parte: estar con Jesús, escuchar su palabra, dejarse llenar por su presencia. Esto no significa que el trabajo y las responsabilidades no sean importantes, pero Jesús nos llama a encontrar un equilibrio, a no dejar que las preocupaciones nos roben el tiempo con Él. Prioriza tu tiempo con Dios: Dedica momentos específicos cada día para estar en la presencia de Dios. Puede ser en la mañana antes de comenzar tus actividades, o en la noche antes de dormir. Encuentra el equilibrio: Asegúrate de que tus responsabilidades no te alejen de tu relación con Dios. Sirve y trabaja, pero no te olvides de nutrir tu espíritu. Escucha la voz de Jesús: Toma tiempo para la oración y la lectura de la Biblia. Permite que las enseñanzas de Jesús guíen tus decisiones y acciones. Señor Jesús, gracias por tu palabra que nos guía y nos da paz. Ayúdanos a encontrar equilibrio en nuestras vidas, a no dejarnos llevar por las preocupaciones diarias, y a elegir siempre la buena parte de estar contigo. Fortalece nuestra relación contigo y guíanos en cada paso que damos. En tu santo nombre oramos, amén.

en April 17, 2024 — por .

RECONCILIACIÓN POR MEDIO DE LA MUERTE DE CRISTO

Hermanos y hermanas, nos reunimos para reflexionar sobre el poder transformador de la reconciliación a través de la muerte de Cristo. En Colosenses 1:15-23, Pablo nos recuerda que Cristo es el mediador de la reconciliación entre Dios y la humanidad. Su sacrificio en la cruz no solo nos redimió del pecado, sino que también nos reconcilió con nuestro Creador. En Efesios 3:15-18, Pablo nos habla sobre la importancia de estar arraigados y cimentados en el amor de Cristo, que supera todo conocimiento. Este amor es el fundamento de nuestra reconciliación con Dios y con nuestros semejantes. Solo cuando comprendemos el inmenso amor que Dios nos tiene, podemos experimentar la verdadera reconciliación en nuestras relaciones. Además, en 1 Corintios 11:23, Pablo nos presenta la institución de la Santa Cena, donde Jesús mismo nos dejó un símbolo tangible de su sacrificio por nosotros. Al participar en la comunión, recordamos y celebramos la reconciliación que Cristo nos ha brindado a través de su muerte en la cruz. Hermanos y hermanas, la reconciliación por medio de la muerte de Cristo es más que un evento histórico; es una realidad que transforma nuestras vidas y nuestras relaciones. Nos llama a perdonar como hemos sido perdonados, a amar como hemos sido amados y a buscar la paz como hijos e hijas del Dios reconciliador. Que esta verdad nos inspire a vivir en unidad y armonía, extendiendo la gracia y el perdón que hemos recibido a todos los que nos rodean. Recordemos siempre que en Cristo, la reconciliación es posible y que somos llamados a ser agentes de esta reconciliación en un mundo que tanto lo necesita. Amén.