Sermon'e

en December 22, 2024 — por .

La obra de Dios y la nuestra

Esta prédica reflexiona sobre la obra perfecta de Dios y cómo nuestra respuesta como creyentes está ligada a ella. A través de Génesis, se recuerda que Dios culminó Su creación y estableció el descanso, mostrando que todo lo necesario proviene de su obra. Sin embargo, el pecado, como dice Romanos, nos separó de Dios, pero en su amor nos redimió a través de Cristo, liberándonos del dominio de las tinieblas y trasladándonos a su reino, como enseña Colosenses. Efesios nos recuerda que la salvación es un regalo de gracia, no algo que podamos ganar con nuestras obras, pero al mismo tiempo, fuimos creados para hacer buenas obras, preparadas por Dios. Estas obras no nos salvan, pero sí reflejan nuestra fe y serán recompensadas cuando Cristo vuelva, como lo anuncia Apocalipsis. Finalmente, 1 Corintios nos enseña que aunque trabajemos para el Reino, es Dios quien da el crecimiento. Nuestra responsabilidad es construir sobre el fundamento de Cristo con fe, amor y obediencia, confiando en que nuestras acciones tendrán un impacto eterno si están alineadas con Su propósito. En resumen, la obra de Dios es completa y suficiente para nuestra salvación, y nuestra respuesta debe ser una vida de servicio y gratitud, construyendo con fidelidad sobre lo que Él ya ha hecho.

en November 18, 2024 — por .
Este contenido es parte de una serie Celebrando la gracia, in libros 1 Corintios, 2 Corintios & .

La nueva naturaleza (parte 3)

La nueva naturaleza en Cristo implica una transformación completa, tanto espiritual como física. Pablo enseña que nuestro cuerpo terrenal es temporal, y tenemos la promesa de un cuerpo glorificado eterno. Esta esperanza de inmortalidad nos da fuerza y perspectiva, recordándonos que lo que vivimos ahora es pasajero.   La transformación no es solo futura; nuestra nueva naturaleza también se manifiesta hoy en nuestra vida diaria. Como nuevas criaturas, somos llamados a vivir con un propósito: ser embajadores de Cristo, mostrando Su amor y gracia al mundo. Aunque enfrentamos la tensión de lo temporal y lo eterno, el Espíritu Santo es nuestra garantía de lo que vendrá, motivándonos a caminar por fe y no por vista. El desafío es permitir que esta nueva naturaleza guíe cada aspecto de nuestra vida, reflejando el carácter de Cristo en todo lo que hacemos.  

en November 6, 2024 — por .
Este contenido es parte de una serie Fuertes en la Palabra, in libros 1 Corintios, Apocalipsis & .

El apocalipsis desvelado

En esta prédica reflexionaremos sobre las cartas a las iglesias en Apocalipsis 2 y la enseñanza sobre el conocimiento y el amor en 1 Corintios 8. Estos pasajes nos llevan a entender cómo la relación con Cristo y con otros hermanos en la fe es fundamental en nuestra vida cristiana y cómo la revelación en Apocalipsis nos ayuda a ver el propósito divino detrás de nuestras luchas y de nuestra misión El mensaje de “Apocalipsis Desvelado” nos llama a vivir con una fe activa, no solo con conocimiento, sino con amor y responsabilidad hacia los demás. Las enseñanzas en Apocalipsis y Corintios resaltan la necesidad de un amor sincero y una dedicación total a Dios, que se muestra en nuestro trato y ejemplo para con los demás. Que podamos responder al llamado de Cristo, arrepintiéndonos de nuestras faltas, edificando a otros en amor, y esperando con fe y paciencia la recompensa que Él ha prometido a quienes le siguen fielmente.

en October 13, 2024 — por .
Este contenido es parte de una serie Celebrando la gracia, in temas El bautismo, El don de servir, El favor no merecido & libro 1 Corintios.

La cena del señor

La Cena del Señor es una de las ordenanzas más importantes que Jesús dejó a su iglesia. Es un acto simbólico que nos conecta directamente con la obra redentora de Cristo en la cruz. Al participar en ella, no solo recordamos su sacrificio, sino que también proclamamos su muerte hasta que Él regrese. Juntos meditemos en lo que significa participar dignamente de la Cena del Señor y en la importancia de entender su profundo mensaje. Un mandato de Jesús (1 Corintios 11:23-25) Pablo nos recuerda que la Cena del Señor no es una invención humana, sino que fue instituida directamente por Cristo la noche en que fue entregado. Jesús tomó el pan, lo bendijo, lo partió y dijo: “Esto es mi cuerpo, que por vosotros es partido; haced esto en memoria de mí.” Luego, tomó la copa y dijo: “Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; haced esto todas las veces que la bebáis, en memoria de mí.” En este acto, vemos la clara instrucción de Jesús para que recordemos su sacrificio a través de estos símbolos: el pan representa su cuerpo, quebrantado por nosotros, y la copa simboliza su sangre, derramada para sellar el nuevo pacto. Recordando su sacrificio (1 Corintios 11:26) Cada vez que tomamos el pan y la copa, anunciamos la muerte del Señor hasta que Él venga. Esto significa que la Cena del Señor no es solo un momento de reflexión personal, sino también una proclamación pública de la obra redentora de Cristo. El sacrificio de Jesús es el centro de nuestra fe. Sin su muerte y resurrección, no tendríamos esperanza de salvación. Al participar de la Cena, renovamos nuestra gratitud por ese acto supremo de amor y nos comprometemos a vivir a la luz de esa verdad. Reflexión: La Cena del Señor es un recordatorio constante de que somos salvos por gracia, y no por obras. No debemos tomar este acto a la ligera, sino con un corazón lleno de gratitud y humildad. Participar dignamente (1 Corintios 11:27-29) Pablo también nos advierte sobre la necesidad de participar dignamente de la Cena del Señor. ¿Qué significa esto? Significa examinar nuestro corazón antes de acercarnos a la mesa del Señor. Si participamos de manera irreverente o con pecado no confesado, estamos menospreciando el sacrificio de Cristo. El apóstol nos insta a “probar cada uno su propio corazón”. Este es un momento de autoevaluación, de pedir perdón por nuestros pecados y de reconciliarnos con Dios y con nuestros hermanos en Cristo. Consecuencias de la irreverencia (1 Corintios 11:30-32) Pablo menciona que debido a la falta de reverencia y a la participación indigna en la Cena del Señor, algunos en la iglesia de Corinto estaban enfermos y otros incluso habían muerto. Esto nos enseña que Dios toma en serio este acto. Aunque vivimos en una época de gracia, no debemos tomar la gracia de Dios como una excusa para ser irreverentes. La Cena del Señor es un recordatorio solemne de lo que Cristo hizo por nosotros, y debemos acercarnos a ella con el debido respeto. Unidad en el cuerpo de Cristo (1 Corintios 11:33-34) Pablo concluye este pasaje recordando a los creyentes que la Cena del Señor es también un acto de unidad. Cuando nos reunimos para participar de ella, lo hacemos como un solo cuerpo en Cristo. No hay lugar para divisiones, egoísmos o rivalidades. Debemos esperar los unos por los otros, sirviéndonos con amor y respeto. La Cena del Señor nos recuerda que, aunque somos muchos, formamos un solo cuerpo. La cruz de Cristo nos une, y debemos vivir en armonía unos con otros. La Cena del Señor es un acto profundo y sagrado. Nos llama a recordar, a reflexionar, a arrepentirnos y a proclamar la obra redentora de Cristo. Al participar de ella, no solo miramos hacia atrás, a la cruz, sino también hacia adelante, a la segunda venida de nuestro Señor. Que cada vez que tomemos el pan y la copa, lo hagamos con reverencia, gratitud y una renovada devoción a nuestro Salvador. Jesús dio su vida por nosotros; vivamos para Él.  

en October 2, 2024 — por .
Este contenido es parte de una serie Fuertes en la Palabra, in tema La voluntad de Dios & libros 1 Corintios, 2 Reyes, Eclesiastés, Romanos.

La voluntad de Dios

Todos hemos enfrentado momentos en los que nos preguntamos: “¿Qué quiere Dios de mí?”. Tal vez te has sentido perdido, dudando de tus decisiones o sintiendo que estás atrapado en un ciclo de errores. Hoy, quiero hablarte sobre la importancia de entender la voluntad de Dios en nuestras vidas. La voluntad de Dios en tiempos de crisis “En aquellos días, Ezequías cayó enfermo de muerte. Y vino a él el profeta Isaías, hijo de Amoz, y le dijo: Así dice Jehová: ‘Ordena tu casa, porque vas a morir, y no vivirás.’” Este pasaje nos muestra un momento crítico en la vida de Ezequías. Se le dijo que iba a morir, y en su angustia, clamó a Dios. Dios escuchó su oración y cambió Su voluntad, extendiendo su vida. Esto nos recuerda que la voluntad de Dios no es estática; puede ser influenciada por nuestra fe y nuestras oraciones. En momentos de crisis, es natural sentir miedo y desesperanza. Pero como Ezequías, debemos llevar nuestras preocupaciones ante Dios y confiar en que Él puede cambiar las circunstancias. (2 Reyes 20:1) “No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento…” Aquí vemos que Dios nos invita a transformarnos y a buscar Su voluntad, que es lo mejor para nosotros. (Romanos 12:2) ¿Por qué a veces no entendemos la voluntad de Dios? “Pero el hombre natural no recibe las cosas que son del Espíritu de Dios; porque para él son locura…” Imagínate intentando entender algo complicado sin tener el conocimiento necesario. Así es nuestra relación con Dios a veces. Si estamos desconectados de Su Espíritu, podemos ver Su voluntad como algo confuso o incluso ilógico. Pensemos en una situación de la vida cotidiana. Cuando estás distraído o abrumado por tus preocupaciones, es difícil escuchar la voz de Dios. Muchas veces, nos dejamos llevar por nuestras emociones y nos olvidamos de buscar Su guía.(1 Corintios 2:14) La importancia de vivir en el Espíritu Para entender la voluntad de Dios, necesitamos estar en sintonía con Él. Esto implica dedicar tiempo a la oración, a la lectura de la Biblia y a compartir con otros creyentes. Podemos recordar historias de personajes bíblicos como Abraham, quien confió en Dios cuando se le pidió que dejara su hogar. O Moisés, quien tuvo dudas, pero siguió la voz de Dios y llevó a su pueblo hacia la libertad. Su vida no fue fácil, pero ellos vivieron en comunión con Dios y siguieron Su dirección. Todas las cosas tienen su tiempo “Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora.” Hay momentos en la vida que pueden ser desafiantes, donde nos sentimos atrapados o impacientes. Pero recordar que Dios tiene un tiempo perfecto para cada cosa nos ayuda a tener paz. Comparte una experiencia personal sobre esperar la respuesta de Dios en una situación difícil, y cómo al final todo se reveló en el tiempo correcto. (Eclesiastés 3:1-8) La voluntad de Dios tiene niveles  La voluntad de Dios se describe como buena, agradable y perfecta. Buena: Lo que nos beneficia y nos guía en el camino correcto. Agradable: Lo que nos trae alegría y satisfacción en la vida. Perfecta: El gran plan de Dios que abarca nuestras vidas. Puedes ilustrar esto con ejemplos cotidianos. A veces, lo bueno no es lo mismo que lo agradable, y no siempre entendemos lo perfecto hasta que miramos hacia atrás. Hoy, te animo a que busques activamente la voluntad de Dios en tu vida. Pregúntale qué desea para ti y escúchalo. La respuesta puede no ser inmediata, pero el simple acto de buscarlo transforma nuestras vidas. Oremos juntos para que Dios nos abra los ojos y los corazones para entender Su voluntad, y para que nos ayude a vivir en el Espíritu, guiados por Su amor y propósito.

en July 17, 2024 — por .

Un matrimonio bendecido

Queridos hermanos y hermanas, ¡qué alegría reunirnos hoy para reflexionar juntos sobre el hermoso regalo del matrimonio! En nuestras vidas diarias, a veces olvidamos cuán profundo y significativo es este vínculo que Dios diseñó con tanto amor y propósito para nosotros. I. Diseño y Propósito Divino del Matrimonio En Génesis 1:28, vemos cómo Dios bendijo a Adán y Eva y les dio la maravillosa tarea de llenar la tierra y gobernar sobre ella. Esto no fue solo un mandato, ¡sino una bendición! Dios quería que la unión entre el hombre y la mujer fuera fructífera y llena de propósito. En Génesis 2:15-18, Dios se da cuenta de que Adán necesitaba una compañera adecuada. ¡Qué tierno es saber que Dios mismo se preocupó por el bienestar de Adán y creó a Eva como su compañera perfecta! Esta historia nos enseña que en el matrimonio, Dios no solo nos da un compañero, sino alguien que nos complementa y nos ayuda a crecer. La Unidad y la Intimidad en el Matrimonio En Génesis 2:23-25, vemos a Adán emocionado al ver a Eva por primera vez. “¡Ella es hueso de mis huesos y carne de mi carne!” Este poema tan hermoso nos muestra cómo Dios diseñó el matrimonio para que dos personas sean una sola. Es un vínculo profundo que va más allá de lo físico; es emocional, espiritual y verdaderamente especial. Bendiciones y Responsabilidades del Matrimonio Dios nos llama a amarnos mutuamente como Cristo amó a la iglesia (Efesios 5:25). Esto significa que el matrimonio no se trata solo de vivir juntos, sino de amarse profundamente, perdonarse, apoyarse y crecer juntos en la fe. También nos da la increíble responsabilidad de criar a nuestros hijos en el temor y el amor de Dios. Amós 3:3 dice: “¿Andarán dos juntos, si no estuvieren de acuerdo?” Este versículo enfatiza la importancia de la armonía y el acuerdo en las relaciones, incluyendo el matrimonio. Para que dos personas caminen juntas, ya sea en matrimonio o en cualquier otra asociación, es crucial que estén en acuerdo mutuo. Esto implica compartir valores, metas y un compromiso compartido, lo cual es fundamental para mantener una relación sólida y armoniosa. Marcos 3:24-25 (RVR1960): 24 Y si un reino está dividido contra sí mismo, tal reino no puede permanecer. 25 Y si una casa está dividida contra sí misma, tal casa no puede permanecer. En estos versículos, Jesús enseña sobre la importancia de la unidad y la cohesión. Utiliza ejemplos de un reino y una casa para ilustrar que cualquier entidad que esté dividida internamente no puede mantenerse estable ni perdurar. Esta enseñanza puede aplicarse también al matrimonio, donde la unidad entre los esposos es fundamental para su fortaleza y durabilidad. Cantares 2:15 nos enseña: “Cazadnos las zorras, las zorras pequeñas, que echan a perder las viñas; porque nuestras viñas están en cierne.” Este versículo nos recuerda la importancia de proteger y cuidar nuestra relación matrimonial de las influencias negativas que podrían dañarla. Así como se protegen las viñas en su crecimiento inicial, debemos estar atentos y ser diligentes en preservar la unidad y el amor en nuestro matrimonio. Los cuatro pilares del matrimonio, según la enseñanza cristiana y bíblica, pueden ser considerados como: Comunicación: La comunicación es importante en un matrimonio sano es lo más importante, si hay comunicación se entienden las partes como esposos, mientras que si no hay comunicación no sabe a donde van y lo que estan haciendo. Intimidad: No se nieguen los unos a otros, sin mutuo consentimiento, esto nos quiere decir en 1 corintios 7:5 que la intimidad en pareja es un pilar fundamental, el cual el hombre y la mujer siempre deben estar en mutuo acuerdo para no caer en tentación, para que el diablo no venga a tentar un matrimonio sano, es la intimidad muy fundamental en las parejas en matrimonio, y los que no estan en matrimonio abstenerse hasta el matrimonio y guardarse para Dios y la ayuda idonea. Finanzas: La unión profunda y espiritual entre marido y mujer, reflejando la imagen de Dios como una sola carne, y los matrimonios deben tener acuerdos mutuos con la finanzas, desde la unión partiendo desde las primicias, los diezmos y ofrendas, orden en la finanzas, las finanzas es en conjunto en el matrimonio. Familia: El hombre y la mujer en matrimonio dejará a su padre y a su madre para crear una familia, la cual nadie debe interponerse en la familia porque el hombre se unira a su mujer y seran una sola carne que son sus hijos, y deben criarlo a imagen y enseñanzas de las promesas de Dios para las familias. Queridos amigos, el matrimonio es más que solo un contrato o una tradición. Es un regalo sagrado de Dios, diseñado para ser un reflejo del amor incondicional y sacrificial que Él tiene por nosotros. Pidamos al Señor que nos guíe y nos ayude a vivir nuestros matrimonios de manera que honremos Su diseño y seamos testimonios vivientes de Su amor en este mundo. Que cada matrimonio aquí presente sea verdaderamente bendecido conforme al plan perfecto de Dios. Oremos unos por otros, apoyémonos mutuamente y sigamos buscando la gracia de Dios en cada paso del camino. Amén. Que el Señor nos dé la sabiduría y la alegría para disfrutar y cultivar nuestros matrimonios, recordando siempre que Él está con nosotros en cada paso del camino.