Sermon'e

en December 1, 2024 — por .
Este contenido es parte de una serie Celebrando la gracia, in tema El don de servir & libros Hechos de los apóstoles, Marcos.

Lo que tengo, te doy

En Hechos 3:1-10, vemos a Pedro y Juan dándole al hombre cojo no lo que él esperaba (dinero), sino lo mejor que ellos tenían: sanidad en el nombre de Jesús. Esto nos enseña a dar de lo que realmente tenemos y a dejar que Dios use nuestras vidas para traer transformación verdadera. Por otro lado, en Marcos 14:7, una mujer derrama un perfume costoso sobre Jesús, y aunque algunos la critican, Jesús resalta la importancia de su acto de adoración sincera. No siempre lo material es lo más importante; a veces el dar tiene que ver con reconocer la presencia de Dios y entregarle lo mejor. Ambos pasajes nos llaman a reflexionar sobre cómo y qué damos: ya sea a otros en necesidad o a Dios en adoración. Lo importante es ofrecer lo que realmente tenemos, guiados por el amor y la devoción, siendo sensibles a lo que cada momento requiere.

en July 31, 2024 — por .
Este contenido es parte de una serie Fuertes en la Palabra, in tema Familias que dan frutos & libros 1 Samuel, 3 Juan, Hechos de los apóstoles, Juan, Romanos.

La prosperidad del alma

Nos reunimos para reflexionar sobre un tema que a menudo se pasa por alto en nuestras ocupadas vidas: la prosperidad del alma. En 3 Juan 1:2, el apóstol Juan escribe: “Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma”. Este versículo nos muestra la importancia de cuidar no solo nuestro bienestar físico y material, sino también nuestro bienestar espiritual. Para profundizar en este tema, consideremos algunas historias bíblicas que nos muestran cómo la prosperidad del alma se manifiesta en la vida de los creyentes. Las tres facultades del alma son la mente, que son las cosas que pensamos, la mente esta muy conectada a la fe, las emociones son lo que sentimos, y la voluntad son las cosas que hacemos. Debemos cuidar nuestra alma ya que el enemigo puede accesar a nosotros mediante el alma, por eso debemos tener prosperidad del alma para que asi desde el pensamiento este cautivo al señor, Cristo y no pueda entrar el enemigo en pensamiento, en voluntades, pero debemos entregarle a Dios todos nuestros pensamientos cautivos. Cuidar el Alma: La Historia de Ana (1 Samuel 1:1-28) En el primer libro de Samuel, encontramos la historia de Ana, una mujer que enfrentó el dolor de la esterilidad. Ana era una mujer piadosa que, a pesar de su sufrimiento, no dejó de buscar a Dios. Su alma estaba afligida, pero su fe y esperanza en el Señor la llevaron a orar fervientemente. Dios escuchó su clamor y le dio un hijo, Samuel. Esta historia nos enseña que la prosperidad del alma no se mide por la ausencia de problemas, sino por nuestra capacidad de mantener la fe y la esperanza en medio de las dificultades. La Prosperidad del Alma y la Generosidad: Cornelio (Hechos 10:1-4) En Hechos 10, encontramos a Cornelio, un centurión romano que era conocido por su devoción a Dios y su generosidad hacia los necesitados. Aunque no era judío, su alma prosperaba porque vivía una vida de obediencia y amor. Dios reconoció su corazón y envió a Pedro para llevarle el mensaje de salvación. La historia de Cornelio nos muestra que una alma próspera es aquella que vive en obediencia a Dios y se preocupa por el bienestar de los demás. Paz en Medio de la Tribulación: Las Palabras de Jesús (Juan 16:33) En Juan 16:33, Jesús nos dice: “Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.” Jesús nos promete paz en medio de las tribulaciones. La verdadera prosperidad del alma se manifiesta en la paz que sentimos, sabiendo que, a pesar de las dificultades, Jesús ha vencido al mundo. Esta paz nos permite enfrentar cualquier situación con confianza y serenidad. La Bendición de la Fe: La Familia de Samuel (1 Samuel 2:17-21) Después del nacimiento de Samuel, Ana continuó cumpliendo su promesa de dedicar su hijo al Señor. Su fe no solo llevó a la prosperidad de su alma, sino también a la bendición de su familia. Dios le dio más hijos e hijas, demostrando que la prosperidad del alma a menudo lleva a bendiciones tangibles en nuestras vidas. La fidelidad y el compromiso de Ana con Dios no solo trajeron gozo a su corazón, sino también abundancia a su hogar. La Fidelidad de Dios (Romanos 11:1) En Romanos 11:1, Pablo nos recuerda la fidelidad de Dios hacia su pueblo: “Digo, pues: ¿Ha desechado Dios a su pueblo? En ninguna manera.” Dios es fiel y nunca nos abandona. La prosperidad del alma se basa en esta verdad fundamental: somos amados y cuidados por un Dios fiel. Al cultivar nuestra relación con Él, experimentamos una prosperidad que trasciende lo material y lo temporal. En hebrero 11:1 nos dice pues la fe es la certeza de lo que se espera, es porque aun no hay nada en lo material, y tener la convicción de lo que no se ve, la fe es tener la convicción de que hay esta lo que no es natural lo saque Dios, porque el justo vivira no por vista, si no por fe. Queridos hermanos y hermanas, que busquemos siempre la prosperidad de nuestras almas, sabiendo que al hacerlo, estamos alineándonos con la voluntad de Dios para nuestras vidas. Que la paz, el amor y la fidelidad de Dios llenen nuestros corazones hoy y siempre. Amén.

en June 5, 2024 — por .
Este contenido es parte de una serie Fuertes en la Palabra, in tema Cristo me ha dado identidad & libros Génesis, Hechos de los apóstoles, Isaías, Mateo.

Levantate y anda

Queridos hermanos y hermanas en Cristo, nos reunimos con el propósito de reflexionar sobre el llamado a la acción y la restauración. El Señor nos llama a levantarnos de nuestras limitaciones, a dejar atrás la complacencia y a caminar en Su luz y verdad. A través de los versículos seleccionados de las Sagradas Escrituras, encontramos una guía para entender este llamado más profundamente Dios descansará cuando nosotros seamos buenos de gran manera. Hechos 3:1-10: La historia del cojo sanado por Pedro y Juan nos enseña que, en el nombre de Jesús, podemos traer sanidad y transformación a aquellos que están en necesidad. Así como Pedro dijo al cojo: “En el nombre de Jesucristo de Nazaret, levántate y anda”, también nosotros podemos llevar el poder sanador de Cristo a los quebrantados de espíritu y cuerpo. Isaías 58:1-12: En este pasaje, Dios nos recuerda que no basta con cumplir rituales religiosos si nuestros corazones están alejados de Él. Nos insta a buscar la justicia, a liberar a los oprimidos, a compartir con los necesitados y a romper las cadenas de la injusticia. Cuando nos alineamos con los propósitos de Dios, Él nos guiará y restaurará nuestras vidas. Mateo 12:9-14: En este pasaje, Jesús confronta la rigidez religiosa de los fariseos, quienes se oponían a la sanidad en el día de reposo. Jesús nos enseña que la compasión y el amor por nuestro prójimo son más importantes que las tradiciones humanas. Nos desafía a levantarnos en contra de cualquier forma de legalismo que nos impida hacer el bien y mostrar la misericordia de Dios. Génesis 1:31: Dios creó el mundo y lo declaró “muy bueno”. Como sus hijos, llevamos su imagen y somos llamados a ser buenos de gran manera para que el descanse, pero no es un descanso de cuerpo el descanso de Dios es que ya todas las cosas fueron hechas y las llamo buenas de gran manera, por eso debemos obedecer y cumplir su palabra para que seamos buenos de gran manera y Dios pueda descansar porque ya hizo toda su obra en nosotros. Hermanos y hermanas, el llamado de Dios es claro: levántate y anda en Su luz, amor y justicia. Que este mensaje nos inspire a ser agentes de cambio en un mundo que anhela la paz y la restauración que solo Cristo puede ofrecer. Que Dios los bendiga abundantemente. Amén.

en June 2, 2024 — por .

Jesús en el centro

La vida cristiana se fundamenta en tener a Jesús en el centro de nuestras vidas. Este principio se refleja claramente en las Escrituras, donde vemos cómo la presencia de Jesús transforma y da propósito a cada aspecto de nuestra existencia. Hoy, vamos a explorar varios textos bíblicos que nos ayudan a entender la importancia de mantener a Jesús en el centro de nuestras vidas y nuestras comunidades. Texto Principal: Hechos 4:32-37 “Y la multitud de los que habían creído era de un corazón y un alma; y ninguno decía ser suyo propio nada de lo que poseía, sino que tenían todas las cosas en común. Y con gran poder los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús, y abundante gracia era sobre todos ellos. Así que no había entre ellos ningún necesitado; porque todos los que poseían heredades o casas, las vendían, y traían el precio de lo vendido, y lo ponían a los pies de los apóstoles; y se repartía a cada uno según su necesidad. Entonces José, a quien los apóstoles pusieron por sobrenombre Bernabé (que traducido es, Hijo de consolación), levita, natural de Chipre, como tenía una heredad, la vendió y trajo el precio y lo puso a los pies de los apóstoles.” En este pasaje, vemos una comunidad de creyentes que tiene a Jesús en el centro. Esta unidad y generosidad surgen de su compromiso con Cristo. El resultado es una comunidad donde nadie tiene necesidad porque todos comparten lo que tienen. La presencia de Jesús en sus vidas les lleva a vivir en un amor y cuidado mutuo ejemplar. Ejemplo Negativo: Hechos 5:1-11 “Pero cierto hombre llamado Ananías, con Safira su mujer, vendió una heredad, y sustrajo del precio, sabiéndolo también su mujer; y trayendo sólo una parte, la puso a los pies de los apóstoles. Y dijo Pedro: Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu corazón para que mintieses al Espíritu Santo, y sustrajeses del precio de la heredad?…” Este pasaje contrasta fuertemente con el anterior. Ananías y Safira intentaron engañar a la comunidad, poniendo su propio interés por encima de la verdad y la transparencia. La gravedad de su pecado radica en que apartaron a Jesús del centro de su vida, lo que llevó a su juicio inmediato. Esto nos recuerda la importancia de la integridad y de mantener a Jesús como el núcleo de nuestras acciones. Salvación en Jesús: Hechos 16:31 “Ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa.” Este versículo nos muestra la promesa de salvación que se encuentra en Jesús. Al poner nuestra fe en Él, no solo encontramos salvación personal, sino también bendición para nuestras familias. Jesús en el centro significa confiar plenamente en Su capacidad para salvar y transformar vidas. Jesús y la Samaritana: Juan 4:7-8, 27-34 “Vino una mujer de Samaria a sacar agua; y Jesús le dijo: Dame de beber. Pues sus discípulos habían ido a la ciudad a comprar de comer. En esto vinieron sus discípulos, y se maravillaron de que hablaba con una mujer; sin embargo, ninguno dijo: ¿Qué preguntas? o, ¿Qué hablas con ella? Entonces la mujer dejó su cántaro, y fue a la ciudad, y dijo a los hombres: Venid, ved a un hombre que me ha dicho todo cuanto he hecho. ¿No será éste el Cristo? Entonces salieron de la ciudad, y vinieron a él. Entre tanto, los discípulos le rogaban, diciendo: Rabí, come. Él les dijo: Yo tengo una comida que comer, que vosotros no sabéis. Entonces los discípulos decían entre sí: ¿Le habrá traído alguien de comer? Jesús les dijo: Mi comida es que haga la voluntad del que me envió, y que acabe su obra.” Este encuentro muestra cómo Jesús en el centro rompe barreras sociales y culturales. La mujer samaritana encuentra en Jesús una fuente de vida y verdad que transforma su vida y la de su comunidad. Los discípulos aprenden que hacer la voluntad de Dios es más importante que las necesidades físicas. Jesús debe ser el centro de nuestro ministerio y de nuestras relaciones. Exhortación Final: Apocalipsis 3:11 “He aquí, yo vengo pronto; retén lo que tienes, para que ninguno tome tu corona.” Esta exhortación final nos recuerda la inminencia del regreso de Cristo. Mantener a Jesús en el centro implica perseverar en nuestra fe y en nuestra dedicación a Él, asegurándonos de no perder la recompensa que nos espera. Mantener a Jesús en el centro de nuestras vidas significa vivir en unidad, generosidad, integridad y fe. Es reconocer que nuestra salvación y propósito se encuentran en Él y que nuestras acciones deben reflejar Su amor y verdad. Que cada aspecto de nuestra vida esté centrado en Jesús, asegurándonos así una vida plena y una eternidad con Él.

en May 26, 2024 — por .
Este contenido es parte de una serie Celebrando la gracia, Días especiales, Especial, in tema La voluntad de Dios & libros 1 Samuel, Hechos de los apóstoles.

Un corazón conforme al de Dios

1 Samuel 15:28: “Entonces Samuel le dijo: Jehová ha rasgado hoy de ti el reino de Israel, y lo ha dado a un prójimo tuyo mejor que tú.” Hechos 13:22: “Y quitado éste, les levantó por rey a David, de quien dio también testimonio diciendo: He hallado a David hijo de Isaí, varón conforme a mi corazón, quien hará todo lo que yo quiero.” En la Biblia, encontramos numerosas referencias a personas que fueron elegidas por Dios para cumplir propósitos específicos. Entre ellas, David destaca como un hombre conforme al corazón de Dios. Analizaremos qué significa tener un corazón conforme al de Dios y cómo podemos aplicarlo en nuestras vidas. En 1 Samuel 15:28, vemos la consecuencia de la desobediencia de Saúl. Dios decide quitarle el reino y dárselo a alguien mejor. En Hechos 13:22, se nos revela que David fue elegido por tener un corazón conforme al de Dios. Esto nos lleva a la primera característica de un corazón conforme al de Dios: la obediencia. David, aunque no fue perfecto, mostró un deseo constante de cumplir la voluntad de Dios. La obediencia a Dios no implica perfección, sino un deseo genuino de seguir sus mandamientos y corregir nuestros errores cuando fallamos. Debemos preguntarnos: ¿Estoy dispuesto a obedecer a Dios en todo momento, incluso cuando es difícil? David fue un rey humilde que reconoció su dependencia de Dios. En múltiples ocasiones, David buscó la guía de Dios antes de tomar decisiones importantes (1 Samuel 23:2, 30:8). Para tener un corazón conforme al de Dios, debemos cultivar la humildad. Reconocer que nuestras fuerzas y habilidades son limitadas y que necesitamos la dirección y el poder de Dios en nuestras vidas. ¿Estoy dispuesto a reconocer mis limitaciones y buscar la guía de Dios en mis decisiones diarias? A pesar de sus grandes logros, David cometió graves errores, incluyendo el pecado con Betsabé y el asesinato de Urías. Sin embargo, su respuesta a su pecado fue crucial. En el Salmo 51, vemos un corazón arrepentido y contrito, pidiendo la misericordia de Dios. El arrepentimiento genuino es clave para tener un corazón conforme al de Dios. No se trata de no fallar nunca, sino de cómo respondemos cuando fallamos. ¿Reconozco mis pecados y busco la restauración a través del arrepentimiento sincero? Un corazón conforme al de Dios no es un corazón perfecto, sino uno que busca obedecer, es humilde y se arrepiente sinceramente. Sigamos el ejemplo de David, permitiendo que Dios moldee nuestro corazón para que podamos cumplir su voluntad en nuestras vidas. Oremos para que Dios nos dé un corazón como el de David, dispuesto a seguirle y servirle en todo momento.

en March 6, 2024 — por .
Este contenido es parte de una serie Fuertes en la Palabra, in tema Descubriendo la voluntad de Dios & libro Hechos de los apóstoles.

Instrumento escogido

Queridos hermanos y hermanas en Cristo, Hoy nos reunimos bajo el amparo de la palabra de Dios para reflexionar sobre el poder transformador de la gracia de Dios mediante su hijo Jesucristo y el papel que cada uno de nosotros puede desempeñar como instrumentos escogidos por el Señor. En los pasajes de Hechos 9:1-22 y Hechos 22:1-5, encontramos una narrativa impactante sobre la conversión de Saulo, quien más tarde se convertiría en el gran apóstol Pablo. En Hechos 9, vemos a Saulo, un hombre lleno de celo por las tradiciones de sus padres, persiguiendo a los seguidores de Jesús con una furia inquebrantable. Sin embargo, en su camino a Damasco, el Señor lo confronta con una luz celestial que lo deja ciego. En ese momento, Saulo escucha la voz de Jesús, quien le pregunta: “Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?” Esta experiencia marca un punto de inflexión en la vida de Saulo, quien, a partir de entonces, se convierte en un ferviente seguidor de Cristo. Hermanos, en este pasaje de la biblia encontramos un poderoso recordatorio de que Dios puede usar a cualquier persona, sin importar su pasado o sus circunstancias, como instrumento para llevar a cabo su obra en el mundo. Así como Saulo fue transformado en Pablo, nosotros también podemos experimentar una transformación radical cuando nos rendimos ante la gracia y el poder de Dios. ¿Cuál es nuestro papel como instrumentos escogidos por el Señor? En primer lugar, debemos estar dispuestos a escuchar la voz de Dios y a obedecer su llamado, así como lo hizo Saulo. También debemos estar dispuestos a dejar atrás nuestras propias agendas y ambiciones, y permitir que Dios dirija nuestras vidas según su voluntad perfecta. Además, debemos estar preparados para enfrentar la oposición y la persecución, sabiendo que el Señor está con nosotros en todo momento. En conclusión, recordemos que cada uno de nosotros ha sido escogido por Dios para ser sus instrumentos en este mundo. Que podamos seguir el ejemplo de Pablo, quien una vez fue un perseguidor de la iglesia, pero fue transformado en un poderoso testigo del evangelio. Que podamos permitir que la luz de Cristo brille a través de nosotros, llevando esperanza y salvación a aquellos que están perdidos en las tinieblas del pecado. Oremos para que el Señor nos capacite y nos fortalezca para cumplir con el llamado que nos ha dado, y para que podamos ser fieles instrumentos de su amor y gracia en este mundo necesitado. Amén.