Sermon'e

en April 10, 2024 — por .
Este contenido es parte de una serie Fuertes en la Palabra, in tema El llamado de Dios en nuestras vidas & libro Génesis.

No desista del llamado

Hermanos y hermanas, en nuestras vidas enfrentamos momentos de desafíos y pruebas que pueden hacer que dudemos del llamado que Dios nos ha dado. Pero hoy les digo, no desistan del llamado que Dios ha puesto en sus vidas. En Génesis 38:1-26, vemos la historia de Judá, quien enfrentó dificultades pero no se alejó del propósito que Dios tenía para él. Aunque cometió errores, Dios aún tenía un plan para él. En Lucas 15:21-22, vemos el hermoso ejemplo del hijo pródigo, quien a pesar de sus errores, regresó al padre arrepentido y fue recibido con amor y gracia. Dios siempre está dispuesto a perdonar y restaurar. Juan 21:7 nos recuerda la importancia de escuchar la voz de Dios y seguir sus instrucciones, incluso cuando no entendemos completamente su plan. Confíen en que Dios tiene el control y sabe lo que es mejor para nosotros. Hageo 2:23 nos asegura que Dios nos ha llamado a ser parte de su obra y nos fortalecerá para cumplir con ese propósito. No importa cuán difíciles sean las circunstancias, Dios está con nosotros y nos dará la fuerza que necesitamos. En Éxodo 3:5, Moisés se encontró con Dios en medio de un arbusto en llamas, y recibió el llamado para liberar al pueblo de Israel. Aunque Moisés dudó al principio, Dios lo equipó y capacitó para cumplir su propósito. En Génesis 41:41-42, vemos cómo José fue elevado al poder por Dios, a pesar de todas las pruebas y dificultades que enfrentó. Dios cumplió su promesa en la vida de José y también cumplirá la suya en la tuya. Hermanos y hermanas, no importa cuán difícil sea el camino, no desistan del llamado que Dios ha puesto en sus vidas. Confíen en su poder, su gracia y su fidelidad para llevarlos a cumplir su propósito. Amen.

en March 17, 2024 — por .

La tierra seca está aquí, la tierra seca soy yo

Nos reunimos bajo el título “La tierra seca está aquí, la tierra seca soy yo”. En estos tiempos de incertidumbre y sequedad espiritual, es crucial recordar las lecciones que nos enseña la Palabra de Dios. Comenzamos con los versículos de Génesis 2:15 y Génesis 3:23, donde vemos cómo la relación entre el hombre y la tierra cambió drásticamente debido al pecado. Dios nos creó para ser guardianes y cultivadores de la tierra, para que prosperemos en comunión con Él. Sin embargo, la desobediencia nos llevó a ser expulsados del Edén, a abandonar la tierra fértil que Dios nos había dado. Hoy nos encontramos preguntándonos: ¿Dónde está nuestra prosperidad? Muchas veces nos alejamos de Dios y dejamos atrás lo que Él nos ha dado, buscando nuestra propia satisfacción y olvidando nuestra conexión con la tierra y con nuestro Creador. Dios, en Su amor y misericordia, nos ofrece una nueva oportunidad. Aunque nos haya sacado del Edén, Él no nos ha abandonado. Nos sigue llamando a cultivar la tierra que nos ha dado, a buscar Su presencia y a trabajar por el Reino de Dios aquí en la tierra seca en la que vivimos. Recordemos que así como Dios formó al hombre fuera del jardín del Edén, Él también nos formó a nosotros, nos dio vida y nos puso en este mundo con un propósito. No importa cuán árida pueda parecer nuestra situación, Dios está con nosotros, dispuesto a regar nuestra tierra seca con Su gracia y amor, si solo volvemos a Él con corazones humildes y arrepentidos. Hermanos y hermanas, en este día, reafirmemos nuestro compromiso de buscar a Dios, de cultivar la tierra que Él nos ha dado y de vivir en comunión con Él. Que nuestras vidas sean testimonio de Su amor y fidelidad, incluso en medio de la tierra seca que nos rodea. Amén.    

en March 13, 2024 — por .
Este contenido es parte de una serie Fuertes en la Palabra, in tema El amor de Dios al mundo & libro Génesis.

La muerte del hijo, nos dio acceso al Padre

Génesis 37:32- “y enviaron la túnica de muchos colores; y la llevaron a su padre, y dijeron: Esta hemos hallado; reconoce ahora si es o no la túnica de tu hijo.” 2 Samuel 13:30- “Luego, mientras ellos estaban en el camino, le dieron aviso, diciendo: Absalón ha matado a todos los hijos del rey, y no ha quedado ninguno de ellos.” Mateo 15:37- “Y comieron todos, y se saciaron; y recogieron lo que sobró de los pedazos, doce cestas llenas.” En la vida, nos enfrentamos a situaciones dolorosas y difíciles que nos hacen cuestionar el propósito y la bondad de Dios. La pérdida de un hijo es una de las experiencias más devastadoras que un ser humano puede enfrentar. Sin embargo, en medio de este dolor, podemos encontrar consuelo y esperanza en el sacrificio de Jesucristo y su acceso al Padre. La historia de José y su túnica: En Génesis 37, vemos cómo los hermanos de José le arrebatan su túnica y la sumergen en sangre para simular su muerte. Este acto desgarrador lleva a su padre, Jacob, a un profundo dolor y lamento. Pero más adelante, esta tragedia se convierte en una parte crucial del plan de Dios para la salvación de su pueblo. La tragedia en la familia de David: En 2 Samuel 13, se relata el asesinato de los hijos de David, incluido Absalón. Este evento trágico sacude los cimientos del reino de David y lo sumerge en el dolor y el sufrimiento. Sin embargo, incluso en medio de esta tragedia, vemos cómo Dios trabaja a través de los eventos más oscuros para cumplir su propósito redentor. La multiplicación de los panes y los peces: En Mateo 15, presenciamos el milagro de la multiplicación de los panes y los peces. Jesús alimenta a una multitud hambrienta con tan solo unos pocos panes y peces, demostrando su poder sobre la escasez y su provisión abundante para aquellos que confían en él. Este milagro nos recuerda que, incluso en medio de nuestras pruebas y aflicciones, Dios es capaz de proveer abundantemente para nuestras necesidades. La muerte de un hijo es una experiencia devastadora que puede sacudir nuestra fe y poner a prueba nuestra confianza en Dios. Sin embargo, a través del sacrificio de Jesucristo en la cruz, tenemos acceso directo al Padre celestial, quien nos consuela en nuestro dolor y nos sostiene en tiempos de prueba. En lugar de permitir que el dolor nos consuma, debemos acudir a Dios en busca de consuelo y fortaleza, sabiendo que él es el único que puede sanar nuestras heridas más profundas y restaurar nuestra esperanza en medio de la oscuridad.  

en February 21, 2024 — por .
Este contenido es parte de una serie Fuertes en la Palabra, in tema El propósito de nuestra vida & libro Génesis.

Imagen y semejanza

Queridos hermanos y hermanas, hoy nos reunimos para reflexionar sobre la magnífica verdad que se revela en las Escrituras, específicamente en los versículos de Génesis 1:26 y Génesis 2:8-9. Estos pasajes nos llevan a contemplar la profundidad de nuestra relación con nuestro Creador y el propósito sublime que Él nos ha otorgado desde el principio de los tiempos. En Génesis 1:26, leemos: “Y dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra”. Estas palabras nos revelan que fuimos creados a imagen y semejanza de Dios mismo. ¡Qué asombroso privilegio y responsabilidad! Imaginen, hermanos, cómo sería vivir cada día recordando que llevamos la impronta divina en nuestras vidas. Cada interacción, cada decisión, cada pensamiento reflejando la luz y el amor de nuestro Creador. Esta es nuestra llamada: ser embajadores de la gracia, la verdad y la bondad en un mundo que tanto lo necesita. Pero, ¿Dónde se desarrolla esta relación entre el Creador y su creación? Nos encontramos con la respuesta en Génesis 2:8-9: “Y Jehová Dios plantó un huerto en Edén, al oriente; y puso allí al hombre que había formado. Y Jehová Dios hizo nacer de la tierra todo árbol delicioso a la vista, y bueno para comer; también el árbol de vida en medio del huerto, y el árbol de la ciencia del bien y del mal”. El Jardín del Edén no solo era un lugar físico, sino también un símbolo de comunión íntima con nuestro Creador. Hermanos, así como Adán y Eva fueron llamados a cuidar y cultivar el Edén, nosotros también estamos llamados a cultivar nuestras relaciones con Dios y con nuestros semejantes. El Jardín de la Vida es el corazón mismo de nuestra existencia, donde encontramos la plenitud y el propósito en comunión con Aquel que nos formó. Que cada paso que demos en este jardín de la vida sea guiado por el amor, la sabiduría y la gracia de Dios. Que nuestras vidas reflejen la imagen del Dios vivo y que nuestro andar sea un testimonio vivo de Su amor redentor. Adán y Eva, en su búsqueda de conocimiento y autonomía, tomaron una decisión que desobedecía la voluntad de Dios al comer del fruto prohibido. Aunque tenían el poder de elegir, no podían determinar qué sucedería después de tomar esa decisión. Las consecuencias de su elección fueron graves: fueron expulsados del Jardín del Edén, enfrentaron la separación de Dios y experimentaron el dolor y la dificultad en el mundo exterior. Este relato nos enseña que nuestras acciones tienen repercusiones, y a menudo, las consecuencias de nuestras decisiones pueden ser impredecibles o incluso dolorosas. Por eso es crucial que, al ejercer nuestro libre albedrío, busquemos la guía y la sabiduría de Dios para tomar decisiones que estén alineadas con la voluntad de Dios y que promuevan el bienestar propio y el de los demás. Aunque no podemos evitar todas las consecuencias negativas de nuestras elecciones, podemos confiar en que Dios está con nosotros en todo momento, dispuesto a perdonar, sanar y redimir incluso las situaciones más difíciles. Al igual que Adán y Eva, podemos aprender de nuestras experiencias, arrepentirnos de nuestros errores y buscar una relación restaurada con nuestro Creador. Recordemos siempre que, aunque tengamos la capacidad de elegir, no estamos solos en las consecuencias de nuestras decisiones. Dios está presente en cada paso del camino, listo para guiarnos, fortalecernos y sostenernos, incluso cuando enfrentamos las consecuencias de nuestras acciones. Que nuestra confianza en Él y nuestra dependencia de Su gracia nos guíen en cada elección que hagamos en la vida.

en January 31, 2024 — por .
Este contenido es parte de una serie Fuertes en la Palabra, in tema La edificación de la iglesia & libro Génesis.

Obedecer a la voz de Dios trae bendición

Versículo Base: Génesis 19:23-26 (NVI) “Cuando el sol salió sobre la tierra, Lot llegó a Zoar. En ese momento, el Señor hizo llover desde el cielo azufre y fuego sobre Sodoma y Gomorra. Destruyó esas ciudades y toda la llanura, con todos los habitantes de las ciudades y la vegetación del suelo. Pero la esposa de Lot, que iba detrás de él, miró hacia atrás y se convirtió en una columna de sal.” Hermanos y hermanas, la historia de Lot y su familia nos brinda lecciones impactantes sobre la importancia de obedecer la voz de Dios. En el pasaje que hemos leído, vemos cómo la obediencia puede llevarnos a la bendición, pero también nos advierte sobre las consecuencias de dudar y mirar hacia atrás. Punto 1: La Importancia de Obedecer la Voz de Dios Exploraremos por qué es crucial escuchar y obedecer cuando Dios nos guía. Reflexionaremos sobre otras historias bíblicas que resaltan la bendición que sigue a la obediencia. Punto 2: Consecuencias de la Desobediencia Analizaremos las acciones de la esposa de Lot y cómo mirar hacia atrás simboliza la falta de fe y la desobediencia. Consideraremos las consecuencias de no confiar plenamente en la dirección de Dios. Punto 3: Bendición en la Obediencia Examinaremos cómo Lot, al obedecer la voz de Dios y llegar a Zoar, experimentó la protección y la bendición divina. Identificaremos maneras en las que la obediencia puede conducir a una vida plena y abundante. Aplicación: Desafiaremos a la congregación a reflexionar sobre áreas en sus vidas donde Dios está llamando a la obediencia. Compartiremos testimonios de cómo la obediencia ha traído bendición en la vida de otros. Hermanos, la historia de Lot nos recuerda que la obediencia no solo es un acto de sumisión, sino también una puerta abierta a las bendiciones de Dios. Al seguir la voz divina, encontramos refugio, protección y el camino hacia la plenitud que Dios tiene para nosotros. Que este mensaje nos inspire a confiar plenamente en la guía de nuestro Señor y a obedecer su voz con gozo y expectación de la bendición que sigue a aquellos que caminan en Su voluntad. ¡Amén!

en February 11, 2023 — por .

Depositando nuestra confianza en Dios

Debemos poner a Dios como primero en nuestra vida. El milagro de Dios ya esta listo, siempre que Dios nos pide algo, ya Dios tiene el milagro, debemos ser transformados para recibir las bendiciones de Dios. Dios es fiel a su palabra, ¿tu quieres alcanzar todo lo que quieres y anhelas? debes ser fiel a la palabra de Dios para recibir de Dios todas sus bendiciones, y que toda bendición te alcance, por eso debemos conseguir una verdadera transformación en nuestras vidas para conseguir la meta, Dios nos ama con amor eterno mediante su hijo Jesús, por su amor no merecido, por su gracia necesitamos entender que al alcanzar la gracia de Dios conseguiremos la verdadera transformación, estamos a tiempo. Debemos tener fe y confianza a Dios, es darle el timon de nuestra vida, nuestro presente, y futuro a Dios como hijos de Dios debemos confiar en nuestro padre. Dios no pide algo de usted sin saber que el milagro ya esta hecho, la victoria ya esta con nosotros pero debemos entregar nuestra vida en obediencia, y ver nuestros que nuestros principios no fallan. Debemos en Dios: Creer Obedecer Confiar Las ventanas no se abren por fuera, se abren por dentro, y ¿como se abren? , después de practicar el principio. Las redes llenas de bendiciones El problema no es la falta de bendiciones, no es las faltas de las víctorias, el verdadero problema de nosotros es que no estamos preparados para recibir lo que tiene Dios para nosotros, porque lo que nos da Dios es mucho más grande a lo que nosotros pensamos. Nos preocupamos y pensamos ¿porque nada nos sale bien? Porque Dios nos esta moldeando, nos esta preparando en procesos para poder recibir lo que nuestro amado padre tiene para darte, pero Dios nos tiene que ver preparados bajo su tiempo y su voluntad. Dios tiene que prepararte para darte las bendiciones, ora a Dios y dile Dios preparame!! Preparate para que la hora que el te entregue no lo vayas a perder. Dios sabe lo que hace.