Sermon'e

en August 25, 2024 — por .
Este contenido es parte de una serie Celebrando la gracia, in tema Cultivar la perseverancia & libro Josué.

No desmayes

Esta prédica se centra en la promesa y el mandato que Dios le dio a Josué después de la muerte de Moisés. Dios le asegura a Josué que estará con él como lo estuvo con Moisés, y lo insta a ser fuerte y valiente. La clave es no desmayar ni temer, ya que Dios promete acompañarlo en cada paso de su camino. Este mensaje es aplicable a nuestras vidas hoy, animándonos a confiar en la presencia constante de Dios y a mantenernos firmes frente a los desafíos. Debes seguir con el proceso, para ser sucesor, como lo hizo Josué fue porque estaba en la misma visión de Moisés que estaba conectado a la voluntad de Dios por la obediencia. Debemos decidir a qué fuente conectarnos ya que si la fuente es Jesús no desmayaras, no tropezaras, porque el todo poderoso está contigo porque el señor te envió para un propoposito porque si el señor esta conmigo nadie te hará frente porque Dios no te desamparara. Cuando Dios nos prepara es para algo grande, no para nada mediano, ni corto, hay que esforzarse y ser valiente para lo que Dios nos tiene preparado.  

en August 7, 2024 — por .
Este contenido es parte de una serie Fuertes en la Palabra, in temas Cristo me ha dado identidad, Cuida tu corazón, Cultivar la perseverancia & libro Lucas.

El llamado y sus consecuencias

En Lucas 5:1-11, encontramos una de las historias más poderosas sobre el llamado de Dios y las consecuencias de obedecer Su palabra. En este pasaje, Jesús se encuentra en la orilla del lago de Genesaret, rodeado por una multitud deseosa de escuchar la palabra de Dios. Viendo dos barcas a la orilla, Jesús sube a una de ellas, que pertenecía a Simón Pedro, y le pide que se aleje un poco de la tierra. Desde la barca, Jesús enseña a la multitud y luego le dice a Pedro: “Echa las redes para pescar”. Pedro, a pesar de su escepticismo inicial, obedece a la palabra de Jesús y echa las redes. El resultado es un milagro: una gran cantidad de peces, tanto que las redes comienzan a romperse. Este evento marca el inicio de una nueva vida para Pedro y sus compañeros, quienes dejan todo para seguir a Jesús. Obediencia La clave de este pasaje es la obediencia. Pedro no solo escuchó las instrucciones de Jesús, sino que también actuó en consecuencia. La obediencia a la palabra de Dios trae bendiciones, incluso cuando no entendemos completamente el porqué. Dios nos llama a confiar en Él y a obedecer Su palabra, sabiendo que Su plan es perfecto. Confiar en Dios Confiar en Dios es esencial. Pedro confió en Jesús a pesar de su experiencia como pescador. Sabía que las posibilidades de pescar algo en ese momento eran mínimas, pero su confianza en la palabra de Jesús le llevó a obedecer. Esta confianza debe ser un pilar en nuestra vida espiritual. Debemos creer que Dios tiene el control y que Su palabra es verdadera y eficaz. Creer en Dios Creer en Dios significa más que solo aceptar Su existencia. Significa tener fe en Su poder y en Su plan para nuestras vidas. En Mateo 14:1-10, vemos cómo Juan el Bautista sufrió las consecuencias de no seguir completamente a Jesús, sino de continuar con su propio ministerio. Esto nos enseña que Dios tiene un propósito específico para cada uno de nosotros, y debemos estar dispuestos a seguirlo fielmente. La Revelación Profética La revelación profética está en la palabra de Dios. Juan 1:35-37 nos muestra cómo Juan el Bautista señaló a Jesús como el Cordero de Dios, cumpliendo así su propósito profético. La palabra de Dios nos revela Su voluntad y nos guía en nuestro camino. Debemos estudiar y meditar en las Escrituras para entender el llamado de Dios en nuestras vidas. Consecuencias del Llamado de Dios El llamado de Dios tiene consecuencias. Si obedecemos y seguimos Su palabra, las consecuencias serán bendiciones y crecimiento espiritual. Si ignoramos o desobedecemos, las consecuencias pueden ser negativas, como lo fue para Juan el Bautista. Dios no nos llama a cualquier cosa; Él tiene un propósito específico para cada uno de nosotros. Nuestra responsabilidad es obedecer y confiar en Su dirección. Solo así recibiremos el galardón por lo que Dios nos ha mandado hacer. La Fidelidad y la Fe La fidelidad a Dios y la fe en Su palabra son fundamentales para recibir Sus bendiciones. La riqueza de Dios no llega sin más; está ligada a nuestra fidelidad. Cuando tenemos fe, Dios reacciona y nos bendice de maneras que no podríamos imaginar. Conclusión El llamado de Dios no solo trae beneficios; trae bendiciones a nuestra vida. Nos transforma y nos guía en un camino de obediencia y fe. Sigamos el ejemplo de Pedro, confiemos en la palabra de Dios y obedezcamos Su llamado, sabiendo que las consecuencias serán siempre para nuestro bien y Su gloria.

en March 17, 2024 — por .

La tierra seca está aquí, la tierra seca soy yo

Nos reunimos bajo el título “La tierra seca está aquí, la tierra seca soy yo”. En estos tiempos de incertidumbre y sequedad espiritual, es crucial recordar las lecciones que nos enseña la Palabra de Dios. Comenzamos con los versículos de Génesis 2:15 y Génesis 3:23, donde vemos cómo la relación entre el hombre y la tierra cambió drásticamente debido al pecado. Dios nos creó para ser guardianes y cultivadores de la tierra, para que prosperemos en comunión con Él. Sin embargo, la desobediencia nos llevó a ser expulsados del Edén, a abandonar la tierra fértil que Dios nos había dado. Hoy nos encontramos preguntándonos: ¿Dónde está nuestra prosperidad? Muchas veces nos alejamos de Dios y dejamos atrás lo que Él nos ha dado, buscando nuestra propia satisfacción y olvidando nuestra conexión con la tierra y con nuestro Creador. Dios, en Su amor y misericordia, nos ofrece una nueva oportunidad. Aunque nos haya sacado del Edén, Él no nos ha abandonado. Nos sigue llamando a cultivar la tierra que nos ha dado, a buscar Su presencia y a trabajar por el Reino de Dios aquí en la tierra seca en la que vivimos. Recordemos que así como Dios formó al hombre fuera del jardín del Edén, Él también nos formó a nosotros, nos dio vida y nos puso en este mundo con un propósito. No importa cuán árida pueda parecer nuestra situación, Dios está con nosotros, dispuesto a regar nuestra tierra seca con Su gracia y amor, si solo volvemos a Él con corazones humildes y arrepentidos. Hermanos y hermanas, en este día, reafirmemos nuestro compromiso de buscar a Dios, de cultivar la tierra que Él nos ha dado y de vivir en comunión con Él. Que nuestras vidas sean testimonio de Su amor y fidelidad, incluso en medio de la tierra seca que nos rodea. Amén.    

en February 24, 2024 — por .
Este contenido es parte de una serie Especial, Vigilia, in temas Cultivar la perseverancia, El llamado de Dios en nuestras vidas & libro Lucas.

Tus redes no van a estar vacias

Hermanos y hermanas en Cristo, hoy nos congregamos bajo el manto de la palabra de Dios para reflexionar sobre un mensaje de esperanza y fe que encontramos en el evangelio según Lucas, capítulo 5, versículos del 1 al 11. Este pasaje nos relata un milagroso encuentro entre Jesús y los pescadores, un encuentro que no solo transformó sus vidas, sino que también nos deja una poderosa lección para aplicar en nuestras propias travesías. Imaginemos por un momento a aquellos pescadores, cansados y desalentados después de una noche entera de trabajo sin resultados fructíferos. Habían arrojado sus redes una y otra vez, pero el mar no les había brindado su sustento. Sin embargo, en medio de su desaliento, Jesús se presenta ante ellos y les dice: “Echad las redes para pescar”. ¿Qué sucede entonces? A pesar de la incredulidad inicial, estos hombres deciden confiar en las palabras del Maestro y obedecer. Y lo que sigue es verdaderamente milagroso: sus redes se llenan hasta rebosar de peces. Aquellos que antes estaban vacíos, ahora están desbordantes de abundancia, todo gracias a la palabra de Jesús. Hermanos y hermanas, este pasaje nos enseña una lección crucial: en nuestras vidas, podemos enfrentar momentos de desánimo y desaliento. Podemos sentir que nuestras redes están vacías, que nuestros esfuerzos son en vano. Pero en esos momentos, debemos recordar que Jesús está presente en nuestras vidas, listo para guiarnos y bendecirnos más allá de nuestras expectativas más salvajes. La clave está en confiar en la palabra de Jesús y obedecer sus mandatos, incluso cuando parezcan ilógicos o difíciles de seguir. Cuando ponemos nuestra fe en acción y obedecemos sus enseñanzas, vemos cómo nuestras situaciones cambian de manera asombrosa. Aquello que parecía imposible se convierte en una realidad tangible. Por lo tanto, les digo, hermanos y hermanas, que no importa cuán vacías parezcan estar sus redes en este momento. No importa cuán desafiante sea la adversidad que enfrenten. Si confían en la palabra de Jesús y ponen todo en sus manos, verán cómo Él llena sus redes de abundancia y prosperidad. Así que no se desanimen. No pierdan la fe. Permanezcan firmes en su confianza en Dios y continúen avanzando con valentía, sabiendo que Él está obrando en sus vidas de maneras que superan toda comprensión humana. Que este mensaje nos inspire a perseverar en la fe y a seguir obedeciendo la palabra de nuestro Señor Jesucristo, porque como vimos en el relato de Lucas, donde Jesús está presente, nuestras redes nunca estarán vacías. ¡Que la gloria sea para Dios en todo momento y en todo lugar! Amén.