Sermon'e

en February 2, 2025 — por .
Este contenido es parte de una serie Culto de adoración, in tema Confiar en Dios y creer en Dios & libros 1 Reyes, 2 Reyes, Juan, Mateo, Proverbios.

Fe para vivirlo

A veces pensamos que la fe es solo algo que sentimos en la iglesia o cuando las cosas van bien. Sin embargo, la Biblia nos muestra lo contrario: la fe es el motor que impulsa nuestra forma de vivir cada día. En Proverbios 23:7, se nos recuerda que los pensamientos que guardamos en el corazón determinan quiénes somos. ¿Qué pasa cuando crees que Dios puede hacer cosas grandes en tu vida? Esa convicción transforma tus decisiones, tu manera de enfrentar los problemas y tu esperanza. Jesús mismo nos anima en Juan 14:13-14 y Juan 14:12 a orar con la seguridad de que Él responde. No se trata de “pedir por pedir”, sino de confiar de verdad en que nuestro Dios es capaz de obrar, incluso en lo que parece imposible. Por otro lado, en Mateo 25:28, la parábola de los talentos ilustra que la fe no se queda quieta: quienes arriesgan y multiplican lo que Dios les da, reciben más bendiciones. Temor e incredulidad, en cambio, nos llevan a enterrar nuestros talentos. Encontramos más ejemplos en el Antiguo Testamento. En 2 Reyes 4, una viuda desesperada obedece las instrucciones del profeta Eliseo, y su poco aceite se multiplica milagrosamente. También, en 1 Reyes 18:1-4, el profeta Elías cree la palabra de Dios en medio de una terrible sequía y declara que va a llover… y así sucede. Todas estas historias nos muestran que la fe real exige acción: confiar en la Palabra de Dios, atreverse a dar pasos valientes y creer que la respuesta llegará, aunque todavía no veamos la evidencia.

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Este contenido es parte de una serie Celebrando la gracia, in tema Discípulos de Jesús & libros Efesios, Isaías, Mateo.

La buena tierra

La prédica titulada “La buena tierra” se centra en la parábola del sembrador, que se encuentra en Mateo 13:1-23. En esta parábola, Jesús habla sobre diferentes tipos de terreno que representan las diversas respuestas de las personas al mensaje del Reino de Dios. La “buena tierra” simboliza aquellos que escuchan la palabra, la entienden y dan fruto en abundancia. Los versículos de Mateo 25:14-15 y 19-30 complementan esta idea al hablar sobre los talentos que se les confían a los siervos. Cada uno recibe según su capacidad, y se les anima a multiplicar lo que se les ha dado. Esto resalta la importancia de ser buenos administradores de los dones y oportunidades que Dios nos otorga. En Efesios 2:10, se nos recuerda que somos creación de Dios, hechos para realizar buenas obras, lo que refuerza la idea de que debemos cultivar la buena tierra en nuestras vidas, produciendo frutos que glorifiquen a Dios. Los versículos de Mateo 25:28-29 nos advierten sobre la importancia de no desperdiciar lo que se nos ha dado, ya que a quienes tienen se les dará más. Finalmente, Isaías 6:10 menciona la dureza de corazón de algunos, que no entienden ni responden al mensaje, contrastando con aquellos que son como la buena tierra, receptivos y productivos. “La buena tierra” nos invita a reflexionar sobre cómo respondemos al mensaje de Dios y cómo podemos ser buenos administradores de los talentos y oportunidades que Él nos ha dado, buscando siempre dar fruto en nuestras vidas.

en December 29, 2024 — por .
Este contenido es parte de una serie Celebrando la gracia, in tema Confiar en Dios y creer en Dios & libros Juan, Lucas, Mateo.

Tiempo de milagro

La prédica “Tiempo de Milagro” nos lleva a entender cómo la fe y la obediencia a la palabra de Dios generan resultados extraordinarios. En Lucas 5, Pedro muestra cómo confiar en Jesús, incluso cuando la lógica dice lo contrario, puede transformar el fracaso en una abundancia inesperada, recordándonos que los milagros suceden cuando actuamos en fe. En Mateo 17, se enfatiza que Dios conoce nuestras necesidades y provee en el momento justo, incluso de maneras que no podemos imaginar, como con la moneda en la boca del pez, enseñándonos a depender completamente de Su provisión. Finalmente, en Juan 21, tras la resurrección, Jesús aparece a sus discípulos para reafirmar que sigue siendo su guía y proveedor, restaurando su fe y recordándoles su llamado. Estos relatos nos enseñan que, en cualquier circunstancia, la obediencia a Dios abre la puerta a milagros y renueva nuestro propósito.

en December 11, 2024 — por .

El Apocalipsis desvelado pt6

La prédica “El Apocalipsis Desvelado” en su parte sexta, expone una visión clara y profunda sobre la soberanía de Cristo y el llamado urgente a la iglesia en los tiempos finales, basándose en pasajes clave de las Escrituras, ahora se habla de la iglesia filadelfia la cual tenia una caracteristica unica de las anteriores iglesias: Jesús es presentado como el que tiene autoridad suprema, simbolizada por la llave de David, capaz de abrir puertas que nadie puede cerrar. Este poder asegura a los creyentes que, si permanecen fieles, serán protegidos y recompensados con una corona eterna. La iglesia debe mantenerse firme en su misión y fidelidad, aun en medio de oposición (Apocalipsis 3:7-13; Isaías 22:22). Isaías describe su visión de la majestad de Dios, enfatizando Su santidad. Esto inspira a los creyentes a reconocer la grandeza de Dios y vivir en obediencia y reverencia, sabiendo que servimos a un Rey justo y santo (Isaías 6:1-3). En los tiempos finales, surgirán falsos profetas y señales engañosas. La iglesia es advertida a mantenerse alerta y aferrada a la verdad de Cristo, evitando ser desviada por milagros falsos o doctrinas erróneas (Mateo 24:24). Jesús es la revelación del Dios verdadero. Los creyentes son llamados a buscar una relación íntima con Él, encontrando en Su verdad la fortaleza y la esperanza necesarias para resistir las pruebas (1 Juan 5:20). Se proclama el dominio eterno de Cristo como el Príncipe de Paz, cuya justicia y autoridad no tienen fin. Este mensaje brinda consuelo a los creyentes, asegurando que el propósito de Dios se cumplirá plenamente (Isaías 9:6-7). Jesús exhorta a sus seguidores a estar vigilantes y orar en todo momento para ser encontrados dignos ante Su presencia en el día final. La oración y la vigilancia son clave para resistir las tentaciones y mantener una fe firme. (Lucas 21:36) La prédica exhorta a la iglesia a permanecer fiel, discernir la verdad, y vivir en santidad y preparación espiritual. Cristo, como soberano y juez justo, es la esperanza segura para todos los que confían en Él. La fidelidad y el compromiso con Dios son indispensables para enfrentar los desafíos de los últimos tiempos y recibir la promesa de vida eterna.

en November 13, 2024 — por .
Este contenido es parte de una serie Fuertes en la Palabra, in temas La salvación por cristo Jesús, La voluntad de Dios & libros 2 Timoteo, Apocalipsis, Juan, Mateo.

El Apocalipsis desvelado

En el libro de Apocalipsis, se revela el destino de la humanidad y la culminación del plan de Dios. Sin embargo, este libro no es solo un relato del juicio final, sino también un mensaje de esperanza y fidelidad para la iglesia, especialmente en tiempos de sufrimiento y persecución. Hoy desvelaremos lo que estos textos nos enseñan sobre enfrentar las pruebas con valentía, temer solo a Dios y mantener la esperanza en la victoria final de Cristo. En Apocalipsis 2:8-11, Jesús habla a la iglesia en Esmirna, una iglesia que sufría grandemente por su fe. Jesús se identifica como “el primero y el último, el que estuvo muerto y volvió a la vida”. Esta introducción no es casual. Al recordar a la iglesia su soberanía y resurrección, Jesús les asegura que, aunque enfrenten la muerte, Él tiene poder sobre ella. El llamado de Cristo a la iglesia en Esmirna es claro: “Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida.” ¿Qué significa ser fiel hasta la muerte? Significa mantener nuestra confianza en Dios incluso cuando todo parece perdido, incluso cuando las circunstancias nos desafían a renunciar a nuestra fe. Cristo promete que aquellos que perseveran no sufrirán el daño de la segunda muerte, una promesa de vida eterna. Jesús nos advierte en Mateo 10:28: “No temáis a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma; temed más bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno.” Este versículo nos confronta con la realidad de que el temor a los hombres, el temor a la pérdida o incluso el temor a la muerte no debe gobernar nuestra vida. El único temor que debemos tener es el temor reverente a Dios, quien tiene poder sobre nuestra eternidad. En Juan 11:25, Jesús se declara a sí mismo como “la resurrección y la vida.” Él no solo promete vida después de la muerte; Él es la fuente de esa vida. Cuando enfrentamos la pérdida o la amenaza de la muerte, debemos recordar que nuestra esperanza no está en este mundo, sino en Cristo, quien ha vencido la muerte y nos ha dado la promesa de vida eterna. Jesús no nos promete una vida libre de problemas. De hecho, en Juan 16:33 nos dice: “En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.” La paz que Jesús ofrece no es la ausencia de problemas, sino la presencia de su Espíritu que nos fortalece en medio de ellos. En 2 Timoteo 3:2-5 Pablo describe cómo serán los hombres en los últimos días: “egoístas, avaros, jactanciosos, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos…” Esta descripción es un recordatorio de que el mundo en que vivimos estará lleno de maldad y corrupción. Pero como creyentes, somos llamados a ser diferentes, a apartarnos de estas conductas y a vivir en santidad. En Juan 11:25 Jesús no solo promete resurrección, Él mismo es la resurrección. La fe en Cristo transforma nuestra perspectiva de la muerte. No la vemos como el fin, sino como el comienzo de una nueva vida con Él. Esto es lo que le da sentido a nuestra fe: la certeza de que, aunque nuestro cuerpo físico muera, nuestra alma vivirá eternamente con el Señor.  

en November 3, 2024 — por .
Este contenido es parte de una serie Celebrando la gracia, in tema El propósito de nuestra vida & libros 2 Corintios, Gálatas, Lucas, Marcos, Mateo.

La nueva naturaleza

En esta prédica, exploramos lo que significa tener una nueva naturaleza en Cristo. Según 2 Corintios 5:17, “si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí, todas son hechas nuevas.” Esto implica dejar atrás el viejo yo y vivir con una mentalidad transformada y renovada. Jesús llama a dejarlo todo por Él (Mateo 19:23, Lucas 14:26, Marcos 8:34), tomando nuestra cruz y renunciando al viejo ego. Ser una nueva criatura significa permitir que Cristo viva en nosotros (Gálatas 2:20), moldeando nuestro carácter y nuestras decisiones para reflejar su amor y su propósito. Este nuevo camino no es siempre fácil, pero al poner a Cristo en el centro, encontramos la verdadera vida y propósito que sólo Él puede ofrecer (Mateo 10:39).