Sermon'e

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Este contenido es parte de una serie Fuertes en la Palabra, in tema Jesús cambia vidas & libros Juan, Lucas.

Dame de beber

La prédica nos desafía a examinar nuestra relación con Dios: ¿Estamos buscando saciar nuestra sed en fuentes equivocadas? ¿Hemos preparado un aposento en nuestro corazón para recibir al Señor? ¿Estamos dispuestos a dar lo mejor de nosotros en adoración y entrega? Hoy Jesús sigue diciendo: “Dame de beber.” Él anhela nuestra atención, pero también nos ofrece el agua viva que sacia nuestra alma. Es tiempo de abrir nuestros corazones y permitir que Él transforme nuestras vidas.

en December 29, 2024 — por .
Este contenido es parte de una serie Celebrando la gracia, in tema Confiar en Dios y creer en Dios & libros Juan, Lucas, Mateo.

Tiempo de milagro

La prédica “Tiempo de Milagro” nos lleva a entender cómo la fe y la obediencia a la palabra de Dios generan resultados extraordinarios. En Lucas 5, Pedro muestra cómo confiar en Jesús, incluso cuando la lógica dice lo contrario, puede transformar el fracaso en una abundancia inesperada, recordándonos que los milagros suceden cuando actuamos en fe. En Mateo 17, se enfatiza que Dios conoce nuestras necesidades y provee en el momento justo, incluso de maneras que no podemos imaginar, como con la moneda en la boca del pez, enseñándonos a depender completamente de Su provisión. Finalmente, en Juan 21, tras la resurrección, Jesús aparece a sus discípulos para reafirmar que sigue siendo su guía y proveedor, restaurando su fe y recordándoles su llamado. Estos relatos nos enseñan que, en cualquier circunstancia, la obediencia a Dios abre la puerta a milagros y renueva nuestro propósito.

en December 15, 2024 — por .
Este contenido es parte de una serie Celebrando la gracia, in tema Jesús cambia vidas & libros 1 Pedro, Colosenses, Efesios, Éxodo, Juan, Romanos.

La victoria de Jesús

La prédica “La Victoria de Jesús” destaca cómo Dios revela Su poder y autoridad desde el Antiguo Testamento hasta el Nuevo Testamento. En Éxodo, Dios transforma el agua en sangre, simbolizando Su control sobre la creación y Su justicia. En el Nuevo Testamento, Jesús demuestra Su poder en las bodas de Caná al convertir el agua en vino, anticipando Su obra redentora. El pecado es presentado como una fuerza destructiva que separa a la humanidad de Dios, pero Jesús vino a reconciliarnos. Su sacrificio en la cruz anuló nuestra deuda espiritual y derrotó a las fuerzas malignas, otorgándonos libertad y vida eterna. La misma fuerza que resucitó a Jesús actúa en los creyentes, dándoles poder para vivir en victoria. Gracias a Su sacrificio, somos sanados y llamados a una vida justa y plena. La victoria de Jesús es completa y transforma nuestras vidas para siempre.

en November 13, 2024 — por .
Este contenido es parte de una serie Fuertes en la Palabra, in temas La salvación por cristo Jesús, La voluntad de Dios & libros 2 Timoteo, Apocalipsis, Juan, Mateo.

El Apocalipsis desvelado

En el libro de Apocalipsis, se revela el destino de la humanidad y la culminación del plan de Dios. Sin embargo, este libro no es solo un relato del juicio final, sino también un mensaje de esperanza y fidelidad para la iglesia, especialmente en tiempos de sufrimiento y persecución. Hoy desvelaremos lo que estos textos nos enseñan sobre enfrentar las pruebas con valentía, temer solo a Dios y mantener la esperanza en la victoria final de Cristo. En Apocalipsis 2:8-11, Jesús habla a la iglesia en Esmirna, una iglesia que sufría grandemente por su fe. Jesús se identifica como “el primero y el último, el que estuvo muerto y volvió a la vida”. Esta introducción no es casual. Al recordar a la iglesia su soberanía y resurrección, Jesús les asegura que, aunque enfrenten la muerte, Él tiene poder sobre ella. El llamado de Cristo a la iglesia en Esmirna es claro: “Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida.” ¿Qué significa ser fiel hasta la muerte? Significa mantener nuestra confianza en Dios incluso cuando todo parece perdido, incluso cuando las circunstancias nos desafían a renunciar a nuestra fe. Cristo promete que aquellos que perseveran no sufrirán el daño de la segunda muerte, una promesa de vida eterna. Jesús nos advierte en Mateo 10:28: “No temáis a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma; temed más bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno.” Este versículo nos confronta con la realidad de que el temor a los hombres, el temor a la pérdida o incluso el temor a la muerte no debe gobernar nuestra vida. El único temor que debemos tener es el temor reverente a Dios, quien tiene poder sobre nuestra eternidad. En Juan 11:25, Jesús se declara a sí mismo como “la resurrección y la vida.” Él no solo promete vida después de la muerte; Él es la fuente de esa vida. Cuando enfrentamos la pérdida o la amenaza de la muerte, debemos recordar que nuestra esperanza no está en este mundo, sino en Cristo, quien ha vencido la muerte y nos ha dado la promesa de vida eterna. Jesús no nos promete una vida libre de problemas. De hecho, en Juan 16:33 nos dice: “En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.” La paz que Jesús ofrece no es la ausencia de problemas, sino la presencia de su Espíritu que nos fortalece en medio de ellos. En 2 Timoteo 3:2-5 Pablo describe cómo serán los hombres en los últimos días: “egoístas, avaros, jactanciosos, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos…” Esta descripción es un recordatorio de que el mundo en que vivimos estará lleno de maldad y corrupción. Pero como creyentes, somos llamados a ser diferentes, a apartarnos de estas conductas y a vivir en santidad. En Juan 11:25 Jesús no solo promete resurrección, Él mismo es la resurrección. La fe en Cristo transforma nuestra perspectiva de la muerte. No la vemos como el fin, sino como el comienzo de una nueva vida con Él. Esto es lo que le da sentido a nuestra fe: la certeza de que, aunque nuestro cuerpo físico muera, nuestra alma vivirá eternamente con el Señor.  

en November 10, 2024 — por .
Este contenido es parte de una serie Celebrando la gracia, in libros 1 Timoteo, Juan, Lucas, Marcos & .

La nueva naturaleza (parte 2)

“La Nueva Naturaleza” es un proceso de transformación que comienza con el arrepentimiento, sigue con el nuevo nacimiento en el Espíritu, y culmina en una vida transformada por el poder de Jesús. Este cambio nos permite vivir de acuerdo con el Reino de Dios, con propósito, y con una visión que afecta cada aspecto de nuestra vida, tanto espiritual como física.

en October 27, 2024 — por .
Este contenido es parte de una serie Celebrando la gracia, in libros Hebreos, Josué, Juan & .

Levantando la cerca (P1)

En el libro de Josué, encontramos la historia de Rahab, una mujer que vivía en Jericó y cuyo acto de fe y valentía fue clave para el pueblo de Israel. Josué 2 nos relata cómo Rahab, aunque era extranjera y vista como una persona de baja reputación, fue utilizada por Dios para proteger a los espías israelitas, quienes habían sido enviados a Jericó para explorar la tierra. Cuando hablamos de “levantar una cerca”, podemos imaginar una protección, una barrera que no solo nos separa de algo o alguien, sino que también nos protege de lo que está afuera. Rahab levantó una cerca en su corazón, una decisión firme de proteger a los siervos de Dios, y eso la conectó con un propósito mayor. Pero más allá de lo físico, levantar la cerca también representa una actitud de fe, de mantenernos firmes en nuestras creencias y convicciones, incluso cuando el entorno es hostil. En Juan 16:33, Jesús nos da una promesa poderosa: “En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo”. Esta promesa es una cerca que podemos levantar en nuestra vida. Aunque enfrentemos desafíos y momentos de incertidumbre, esta confianza en Jesús nos da la seguridad de que Él ha vencido por nosotros y que, con Él, podemos atravesar cualquier dificultad. Rahab, aún sin conocer a fondo al Dios de Israel, actuó con fe. Su decisión de ayudar a los espías no fue solo un acto de valentía; fue un acto de fe en un Dios que ella apenas comenzaba a conocer. Es aquí donde entra Hebreos 11:6, que nos recuerda que “sin fe es imposible agradar a Dios, porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan”. Rahab creyó y actuó, levantando una cerca de fe en su vida que la apartó del peligro y le dio un lugar en la historia del pueblo de Dios. Este es el desafío para nosotros hoy: ¿Dónde necesitamos levantar una cerca en nuestra vida? Quizás hemos permitido que el miedo, la duda o las circunstancias difíciles nos afecten. Tal vez estamos en una situación que nos invita a comprometernos con Dios de una manera nueva y radical, pero para eso necesitamos proteger nuestra fe, nuestras convicciones y nuestros principios. Al igual que Rahab, podemos tomar una decisión, una que trascienda lo inmediato y nos conecte con el propósito de Dios. Recuerda que levantar la cerca no significa cerrar el corazón, sino protegerlo y ponerlo en manos de Dios. En un mundo que constantemente intenta hacernos caer en el desánimo, Jesús nos recuerda que Él ha vencido y que, si mantenemos nuestra fe y nuestras convicciones firmes, también venceremos. Que esta historia nos inspire a ser valientes, a levantar una cerca de fe en nuestro corazón, sabiendo que Dios honra a quienes lo buscan de verdad.