Nosotros como cuerpo de cristo somos habitación del Espíritu Santo, y como habitación debemos tenerla limpia, arreglada y ordenada para que Dios more en nosotros, todo depende de nosotros, debemos ser luz y no andar en la oscuridad.
En este proceso de caminar en Dios el enemigo busca como confundirnos para que caigamos al pecado otra vez.
Por eso debemos decirle al espíritu santo que no nos deje caer y si caemos el nos levanta, el espíritu santo es tu amigo, habla con el y comparte tu vida con el..
Dios te recuerda que siempre es tu padre, y como Padre que ama a su hijo corrige.